Tener resistencia a la insulina no significa ser diabético, pero esta situación puede ser la antesala de la diabetes tipo 2.
Por: Luisa Ochoa
Cuando los niveles de azúcar salen elevados en una analítica, saltan todas las alarmas. Tener la glucosa alterada no siempre es sinónimo de diabetes, sin embargo, es imprescindible empezar a tomar el control. Se estima que más de 4,8 millones de personas tienen la glucosa basal alterada, lo cual es bastante preocupante.
Aunque los dos conceptos están relacionados con los niveles de glucosa o de azúcar en la sangre, no son sinónimos y es necesario saber distinguirlos para no caer en confusiones y errores a la hora de abordarlos.
Función de la glucosa en la sangre
La glucosa es la encargada de proporcionar la energía que necesitan las células para que el cuerpo humano funcione de forma correcta y la forma que tiene de llegar y entrar en ellas es a través de una hormona que produce el páncreas y que se llama insulina.
Cuando la insulina falla, el azúcar no puede entrar en las células, se queda circulando por la sangre y si no se pone remedio a esa situación, acaba apareciendo la diabetes.
¿Cuándo es resistencia a la insulina?
En la resistencia a la insulina, médicamente se conoce como insulinorresistencia e hiperinsulinemia, lo que sucede es:
– El páncreas sí produce insulina, pero esta no puede ejercer bien su función, ya que el organismo deja de ser sensible a su acción, no la reconoce, lo que hace que la glucosa en sangre aumente.
– El páncreas, para compensarlo, sigue produciendo más y más hormona cada vez, pero sin conseguir ningún efecto. Si esto no se frena, llega un momento en el que el organismo ya no puede seguir generando más insulina y acaba por aparecer la diabetes.
En resumen, tener resistencia a la insulina no significa ser diabético, pero esta situación puede ser la antesala de la diabetes tipo 2 y hay que ponerle remedio cuanto antes.
Cómo tratar esa resistencia
El exceso de peso está directamente relacionado con la resistencia a la insulina, por lo que si su analítica le ha dado un aviso, lo primero que debe hacer es adelgazar.
Llevar un estilo de vida saludable, siguiendo una dieta sana y variada y realizando ejercicio físico a diario, puede hacer que la situación se revierta y la glucosa vuelva a ser normal.
Como hidratos de carbono refinados o no integrales favorece la aparición de la resistencia insulínica, por lo que hay que dar preferencia a alimentos con carga glucémica baja como los productos ricos en fibra y los ácidos grasos Omega presentes en pescados, azules, frutos secos y semillas.