Según el barómetro de la Asociación de Enfermos de Hidrosadenitis, el 57 % son tratados en sanidad pública y un 24 % combinan la pública con la privada.
Por: Luisa Ochoa
El 60% de los pacientes que padece hidradenitis supurativa se muestra insatisfecho con el sistema sanitario español, según el Barómetro de la Hidradenitis Supurativa, un estudio realizado por la Asociación de Enfermos de Hidrosadenitis (ASENDHI) entre pacientes de toda España.
Un 70% de estos pacientes atribuye esta insatisfacción a la atención recibida en el tratamiento de su enfermedad. El informe muestra, asimismo, que los pacientes tardan una media de 9 años en recibir el diagnóstico y visitan una media de 15 médicos diferentes antes de ser diagnosticados.
“En mi caso tardaron 15 años en diagnosticarme, 15 de años de incertidumbre durante los que la enfermedad seguía avanzando e interrumpiendo mi vida”, declara Silvia Lobo, paciente y presidenta de la Asociación de Enfermos de Hidrosadenitis, ASENDHI.
La mayoría de los pacientes de HS tratan su enfermedad exclusivamente en la sanidad pública (57%) o combinan la pública y la privada (24%), frente al 5% de los pacientes que solo acude a la sanidad privada, y al 13,3% que no va al médico.
Los servicios más reclamados por parte de los pacientes son el apoyo psicológico (20,4%), material de apoyo entregado por profesionales (30%), páginas de internet donde buscar información de confianza (16%), un centro de atención telefónica donde poder preguntar dudas (14%) y un lugar de encuentro con personas en su misma situación (18%).
Las personas con HS ven notablemente reducida su calidad de vida a causa del dolor derivado de la enfermedad, la supuración, la necesidad de realizarse curas frecuentemente, y, en algunos casos, la limitación de movilidad.
El 45% de los pacientes de hidradenitis supurativa destina cerca de 25 euros al mes para el tratamiento de su enfermedad y el 36% de los pacientes, unos 50 euros mensuales, siendo el mayor gasto en productos desechables (30%), seguido de jabones (25%) y medicación (27%).
“Desde que comenzó mi enfermedad, he tenido que destinar de forma exponencial recursos económicos para las curas y cuidados de las lesiones producidas por la HS. Hasta que me dieron un diagnóstico correcto, los médicos me recetaban pomadas y antibióticos", añade Lobo.
Es necesario un diagnóstico y tratamiento precoz para que se pueda controlar la patología, mejorar la calidad de vida del paciente y ayudar a los pacientes a que el gasto invertido en la patología sea efectivo.
Al respecto, el Dr. Martorell, dermatólogo adjunto en el servicio de Dermatología del Hospital de Manises de Valencia, afirma: “A pesar de no tener cura, gracias a las alternativas terapéuticas, como es el caso de las terapias biológicas, que han surgido en el último año, se pueden obtener mejores resultados en el control de la enfermedad y mejorar la calidad de vida del paciente”.
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