La paciente Ketsy Román busca, a través de su condición, dar apoyo a otras personas que también sufren a causa de la dermatitis atópica.
Por: Isbelia Farías
Ketsy Román, creadora del grupo de apoyo "Viviendo con dermatitis atópica", comenta en exclusiva para la Revista Medicina y Salud Pública su experiencia dando apoyo a otras personas que padecen de la misma condición.
Ketsy Román padece de dermatitis atópica desde niña y hace 14 años ella sintió la necesidad de conectar con otras personas que viviesen con la misma condición. Esto le permitió conocer a personas que tenían cuadros incluso peores que el de ella, pero que seguían adelante, lo cual le causó mucha sorpresa y admiración porque ella buscaba ayudar a otros, pero recibió ayuda ella misma al mismo tiempo,
Este espacio le hizo sentir mucho mejor y hoy sabe que tiene la oportunidad de impactar en otras vidas a través de su propia historia. "Vivir con dermatitis atópica" es el nombre bajo el cual se le puede encontrar en las redes sociales, las cuales usa para llegar a más personas.
El desconocimiento ha sido uno de los más grandes retos que ha enfrentado, por lo que busca educar el entorno. Se siente responsable de enseñar a las demás personas sobre cómo se siente, qué puede hacer y qué no, al vivir con esta condición.
Sus padres, su principal fuente de apoyo
Sus padres han sido su principal apoyo, ya que ella sufre de dermatitis atópica desde que era una niña de 2 años y su vida se vio limitada al no poder jugar con sus amiguitos, comer lo mismo que los demás o sufrir de los malestares propios de la condición. Mientras ella trataba de esconderse, su padre la animaba a salir adelante y le hizo sentir que todo iba a estar bien.
En la adultez, ha sido su esposo su apoyo, dado que ella algunas veces se siente mal y no desea compañía, por lo que la comprensión y la educación son imprescindibles.
Al grupo de apoyo llegan muchas personas, algunos no saben qué les sucede, otras veces llegan padres preocupados por sus hijos. Desde allí orientan a las personas para que acudan a los especialistas apropiados y, una vez que se establece el diagnóstico, les brindan apoyo.
El mejor consejo que ella da es lo importante de obtener el diagnóstico por parte de un profesional. Aunque sea la misma condición, los tratamientos son personalizados, así que el acompañamiento profesional es fundamental. Luego, cuentan con el grupo de apoyo. El padecer estrés o la actitud influyen en cómo se desarrolla la enfermedad. "Es importante tener una actitud positiva", enfatiza Román, quien siente que tiene una misión en su vida al padecer la condición.
En el grupo de apoyo hay compañeras y amigos que le brindan soporte para hacer llegar el mensaje más lejos. Todo el que desee formar parte, puede acercarse al grupo y ayudar a que más personas se sientan bien.
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