Especialistas explican la hoja de ruta para llegar al diagnóstico clínico de la enfermedad y el tratamiento más adecuado para cada paciente.
Por: Luisa Ochoa
Durante el simposio de hidradenitis supurativa liderado por la Revista Medicina y Salud Pública, la Dra. Adriana Figueroa, fellow del departamento de Dermatología del Recinto de Ciencias Médicas, expuso los pasos a seguir para llegar al diagnóstico de la condición, y a la vez, su colega el Dr. Gabriel Arias, explicó con detalle los tratamientos necesarios para los pacientes, permitiendo visibilizar la importancia de manejar esta condición, que es 3 veces más común en mujeres que en hombres.
De acuerdo con la Dra. Adriana Figueroa, la hidradenitis es una condición sistémica, crónica e inflamatoria de la piel, que se conoce también como acné inverso. “Por sistémica queremos decir que afecta todas las partes del cuerpo y por crónica que es de larga duración” indicó.
Aunque no se conoce una causa específica, los especialistas evidencian que se origina en el folículo piloso, una estructura de la piel donde crece el vello, allí se obstruye, empieza a acumular sudor y a fomentar el crecimiento de las bacterias, generando una inflamación y brotes en la zona.
“Sin el tratamiento correcto, lo que ocurre es que se sigue propagando y la condición progresa; hasta puede crear cicatrización significativa o túneles debajo de la piel” afirmó Figueroa, además, enfatiza que la enfermedad se puede propagar en zonas distantes donde comenzó.
Prevalencia e incidencia
La condición puede afectar a cualquier persona, usualmente comienza desde la adolescencia, existe un mayor riesgo en pacientes con historial familiar y es más común en personas afroamericanas, birraciales e hispanas. También, para la especialista, la hidradenitis se ha visto asociada al uso de cigarrillo, “se estima que 3 de cada 4 personas con HS son fumadores y un 15 % fueron fumadores en algún momento”.
Así mismo, se relaciona con el sobrepeso y la obesidad, ya que un 75 % de los pacientes presentan esta condición. “Mientras más sobrepeso tenga la persona, mayor es el riesgo de desarrollar la condición y mayor es el riesgo de tener una enfermedad severa” agregó.
¿Cómo llegar al diagnóstico?
De acuerdo con Figueroa, el diagnóstico es clínico, puesto que, no pueden determinar a través de muestras de sangre si un paciente tiene o no hidradenitis, “es algo difícil, es la razón por la cual muchos pacientes están 7 a 10 años sin recibir un diagnóstico y llegan a nosotros lamentablemente con la condición bastante avanzada”.
Pese a ello, explicó los pasos que pueden ayudar al diagnóstico. Lo primero que deben tener presente los médicos con un paciente que presenta síntomas relacionados es responder a cuatro interrogantes:
¿Hay más de una lesión inflamada?
¿El curso es crónico, con lesiones nuevas y recurrentes?
¿Las lesiones son bilaterales?
¿Las lesiones están localizadas principalmente en la línea de la leche?
Si todas las respuestas son afirmativas, entonces quiere decir que el paciente padece HS, si no es así a una o más preguntas, pueden realizarle un cultivo, para bacterias, hongos y otros microbios. Si se evidencia, el cultivo con una sola especie es infección, si es un cultivo estéril o con más de una especie, habría que revisar el historial y los síntomas gastrointestinales del paciente; posterior a ello, si no existen condiciones relacionadas, puede deberse a HS.
La especialista afirma que los dermatólogos clasifican la enfermedad según el estadio de Hurley, desde un estadio leve a severo. En el estadio 1 (leve), existen lesiones inflamadas, sin embargo, no se presenta cicatrización, ni la formación de túneles debajo de la piel, y existe espacio entre una lesión y otra.
“En el estadio 2 (moderado), notamos nódulos y abscesos recurrentes, hay cicatrización y puede haber la formación de fístulas; pero es importante reconocer que no está completamente el área afectada, aunque causa dolor en el paciente” afirmó.
Y en el estadio 3 se presenta un envolvimiento casi difuso del área, los abscesos abarcan toda la zona, generando una afección en la estructura anatómica de esa parte del cuerpo.
Frente a ello, la Dra. también aclara que la hidradenitis no es una enfermedad de trasmisión sexual, no es contagiosa, no se presenta por la falta de higiene en los pacientes y que no tienen culpa de desarrollar la condición.
Por otro lado, el Dr. Gabriel Arias, fellow del departamento de Dermatología del Recinto de Ciencias Médicas, enfatiza en la importancia de estar pendientes de cualquier cambio o síntoma que presenten los pacientes, ya que dependiendo de la severidad de la condición, se determinará el tratamiento.
“A veces se trata como si fuesen infecciones, y es con el dermatólogo que se llega al diagnóstico de la HS; aunque no hay cura si hay tratamientos que ayudan a reducir los brotes, las heridas, el dolor y evitar que empeore la condición” agregó.
¿Cuáles son los tratamientos?
Una de las recomendaciones que el especialista brinda a sus pacientes es que utilicen jabones antisépticos, ya que ayudan a disminuir la carga bacteriana y la inflamación. También están los cursos cortos de esteroides orales, como prednisona, que aclara, “se puede usar en periodos cortos para una fase aguda, pero no para una fase prolongada”. Además, resalta la ingesta de suplementos de zinc, puesto que contribuyen a bajar el ambiente inflamatorio característico de la condición.
Así como la HS se clasifica por estadios, los tratamientos también. Arias señala que “en el estadio 1 los tratamientos sistémicos se usan para que puedan llegar profundo a este tipo de lesiones”, algunos son: antibióticos orales (tetraciclinas, clindamicina + rifampin), terapia hormonal (espironolactona, metformina, finasteride) y retinoides (isotretinoin).
Para el estadio 2, se pueden incluir antibióticos adicionales (moxifloxacin, metronidazole), biológicos (adalimumab, infliximab), excisiones y láser. Y en el estadio 3 antibióticos intravenosos (ertapenem), biológicos (anakinra, ustekinumab) y excisión.
Al respecto, el especialista afirma que “esta es una enfermedad inflamatoria, por lo tanto, nuestra meta es poder controlar temprano para evitar que el paciente tenga que someterse a procesos quirúrgicos”, y considera que el manejo quirúrgico funciona como una terapia adyuvante al tratamiento médico, es decir cuando el paciente no está respondiendo a él o cuando se evidencia un daño estructural extenso, pero “la cirugía no debe sustituir el tratamiento y no trata la inflamación”.
Recomendaciones para los pacientes
Finalmente, los especialistas recomiendan un tratamiento multidisciplinario para el manejo de la condición en los pacientes. La Dra. Figueroa afirma que “la clave para poder vivir con la HS es tener un tratamiento adecuado junto a un sólido sistema de apoyo” y el Dr. Arias, invita a la población a acudir a los centros médicos, “todo paciente con sospecha de hidradenitis supurativa debe acudir para evaluar y llegar a un diagnóstico definitivo. En las clínicas de la escuela de medicina podemos atenderlos”.
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