El cambio de temperatura ambiental puede afectar la dermatitis atópica y agravar la sequedad cutánea y deshidratación en los pacientes.
Por: Jose Ibraim Alape
La dermatitis atópica es una enfermedad crónica de la piel que se caracteriza por la inflamación y sequedad de la piel. Afecta especialmente a bebés y niños, aunque también puede persistir en la edad adulta. Esta condición se presenta con frecuencia en personas con antecedentes familiares de alergias.
Por otro lado, el Dr. Luis Fernando González, dermatólogo experimentado, ofrece una visión exhaustiva acerca de las causas, síntomas y opciones de tratamiento disponibles en relación con la dermatitis atópica, durante una entrevista concedida a la revista de Medicina y Salud Pública de Puerto Rico.
Papel esencial de las proteínas en la hidratación de la piel en pacientes con dermatitis atópicaLa dermatitis atópica se caracteriza por ser una enfermedad inflamatoria crónica de la piel, con un origen multifactorial que incluye factores genéticos, ambientales e inmunológicos.
Según el Dr. González: "La dermatitis atópica implica una disfunción en las proteínas esenciales para la hidratación de la piel y la generación de lípidos especiales. Esto significa que los pacientes necesitan una hidratación más avanzada, no pueden depender de las cremas comerciales. En cambio, requieren componentes esenciales como ceramidas, ácidos grasos específicos, así como sustancias como las acuaporinas y la urea, que tienen la capacidad de retener agua".
La dermatitis atópica no solo afecta la piel, sino también otras partes del cuerpo
Es importante destacar que la dermatitis atópica no solo afecta la piel, sino que también puede tener implicaciones en otras partes del cuerpo, como las vías respiratorias superiores y la nariz. Esto se debe a que los mismos defectos genéticos que predisponen a la dermatitis atópica también pueden influir en la susceptibilidad a las alergias respiratorias y otras condiciones relacionadas.
"Los pacientes que presentan estas condiciones son más propensos a sufrir de alergias en la piel, deshidratación y eventos inflamatorios en la piel. Además, se cree que estas alteraciones también pueden afectar la nariz y las vías respiratorias". Expresó
La dermatitis atópica y el cambio de temperatura en la piel
La relación entre la temperatura ambiental y la dermatitis atópica es un aspecto crucial que el Dr. González aborda en detalle. Los pacientes con esta afección tienen una capacidad reducida para retener la humedad en la piel, lo que los hace más propensos a experimentar sequedad cutánea y deshidratación, especialmente en condiciones climáticas extremas.
"Los cambios de temperatura pueden agravar la pérdida de agua corporal, lo que significa que si se enfrentan a temperaturas extremas, la deshidratación será más rápida, mientras que temperaturas muy frías estimularán el reciclaje de la piel. Por lo tanto, existe una relación directa entre la temperatura externa y el impacto en el organismo", aclaró el especialista.
La dermatitis atópica y la relación con otras afecciones de la piel
Además de la dermatitis atópica, muchos pacientes también enfrentan complicaciones adicionales, como la dermatitis alérgica de contacto y la urticaria. La dermatitis alérgica de contacto ocurre cuando la piel reacciona a ciertas sustancias o alérgenos presentes en el ambiente, como detergentes, jabones o productos químicos industriales.
"La dermatitis atópica se ve estrechamente vinculada con la dermatitis alérgica de contacto, la cual se caracteriza por la aparición de lesiones inflamatorias en las áreas expuestas de ciertos individuos tras el contacto con sustancias desencadenantes. Por lo general, estas lesiones se presentan con mayor frecuencia en las manos, lo que significa que los pacientes pueden desarrollar heridas al entrar en contacto con ciertos jabones o productos", explicó González.
Por otro lado, la urticaria es una afección caracterizada por la aparición de ronchas elevadas y pruriginosas en la piel, que pueden ser desencadenadas por alimentos, medicamentos u otras sustancias.
TratamientosEn cuanto al tratamiento de la dermatitis atópica y las alergias cutáneas, el Dr. González enfatiza la importancia de un enfoque integral que combine medidas de cuidado de la piel, cambios en el estilo de vida y, en algunos casos, medicamentos tópicos o sistémicos. Los tratamientos tópicos, como los corticosteroides y los emolientes, pueden ayudar a reducir la inflamación y mejorar la hidratación de la piel, mientras que los cambios en la dieta y el estilo de vida pueden ayudar a prevenir los brotes y controlar los síntomas.
"En el proceso inflamatorio que se traduce en enrojecimiento o hinchazón de la piel, es importante usar medicamento que tengan efecto antiinflamatorio, los que más usamos en dermatología se llaman corticosteroides que son sustancias indispensables para bajar el proceso inflamatorio, también es importantes la hidratación, hidrataciones que sean muy buenas a partir de ceramidas o sustancias que permitan la hidratación de la piel", enfatizó.
Avances en terapias biológicas: Modulando la respuesta inmunitaria para combatir la inflamación
Además de los tratamientos convencionales, se están investigando nuevas terapias biológicas que tienen como objetivo modular la respuesta inmunitaria y reducir la inflamación en la piel.
"Estos tratamientos, que incluyen inhibidores de citoquinas y terapias dirigidas, representan un área emocionante de investigación en el campo de la dermatología y pueden ofrecer nuevas opciones de tratamiento para pacientes con dermatitis atópica y alergias cutáneas", mencionó el dermatólogo.
¿Por qué la dermatitis atópica afecta principalmente a la población pediátrica?
El Dr. González enfatiza la importancia de un enfoque multidisciplinario en el manejo de la dermatitis atópica y las alergias cutáneas en niños.
"En relación a la dermatitis atópica en la población pediátrica, es importante considerar dos factores fundamentales. En primer lugar, se trata de pacientes cuya piel presenta una madurez alterada debido a un defecto genético. Esto implica que las enfermedades genéticas tienden a manifestarse de manera más intensa, alcanzando niveles máximos en su desarrollo. En segundo lugar, estos pacientes suelen sufrir una mayor deshidratación debido a la falta de grasas especializadas en la piel, así como a su exposición a sustancias alergénicas que pueden generar inflamación cutánea."
Cabe resaltar que la dermatitis atópica y las alergias cutáneas son condiciones dermatológicas complejas que requieren un enfoque integral y multidisciplinario para su manejo efectivo. Con una comprensión completa de las causas y los factores desencadenantes, así como una gama de opciones de tratamiento disponibles, los pacientes pueden aprender a controlar sus síntomas y mejorar su calidad de vida.