El objetivo es desarrollar un dispositivo portátil (similar a un test de embarazo) que permita diagnosticar la enfermedad de forma sencilla, rápida y fiable, incluso en casa.
Publicado en Jano
Un equipo español desarrollará un dispositivo portátil, similar a un test de embarazo, que podría diagnosticar el covid-19 en menos de una hora y desde casa.
Un proyecto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) busca aplicar la ADN polimerasa del virus phi29 (phi29pol), descubierta en 1984 por los investigadores Luis Blanco y Margarita Salas.
Las propiedades de amplificación de ADN de esta enzima, uno de los hitos de la ciencia española, son la base para lograr un método de detección del coronavirus de la COVID-19 que sea rápido (menos de una hora), sencillo y aplicable in situ. El proyecto está financiado por el Instituto de Salud Carlos III, a través del Fondo COVID-19.
Los investigadores esperan obtener los primeros resultados para otoño. Esta tecnología permitiría la detección masiva de contagiados por coronavirus, incluyendo a los asintomáticos, lo que facilitaría frenar la propagación.
Dispositivo portátil
El objetivo es desarrollar un dispositivo portátil (similar a un test de embarazo) que permita diagnosticar la enfermedad de forma sencilla, rápida y fiable, incluso en casa. Asimismo, se adaptará esta metodología para detectar la presencia del virus en el ambiente y en superficies.
La enzima phi29pol permitirá mejorar la detección del ARN del coronavirus SARS-CoV-2, utilizando un procedimiento isotérmico de amplificación más rápido y sencillo que las actuales pruebas de RT-PCR, que requieren equipamiento y personal muy especializado.
El proyecto, ya en marcha, está coordinado Luis Blanco, Profesor de Investigación del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBMSO), centro mixto del CSIC y la Universidad Autónoma de Madrid, y Felipe Cortés, jefe del Grupo de Topología y Roturas de ADN del CNIO.
Phi29pol es una herramienta “extremadamente poderosa” que permite multiplicar por miles o millones de veces una pequeña muestra de material genético. “Su capacidad para amplificar material genético partiendo de muy poca muestra, incluso dañada, nos da la pista de que puede ser un método extremadamente sensible para detectar la presencia del material genético del virus, y por ende confirmar la infección, incluso en aquellos casos con una carga viral pequeña como puedan ser los pacientes asintomáticos”, afirma Cortés.
Pero las virtudes de esta enzima van más allá. A diferencia de las técnicas de RT-PCR empleadas actualmente, el mecanismo de amplificación de esta enzima funciona incluso a temperatura ambiente y permite completar el diagnóstico de un elevado número de muestras en menos de una hora.
El grupo de investigadores espera tener la primera versión del sistema lista para el próximo otoño, coincidiendo con un eventual rebrote de la enfermedad. En una primera fase estudiarán la sensibilidad de la técnica para la detección del virus, incluidas muestras clínicas de pacientes; en una segunda fase harán una optimización del sistema para su posterior aplicación en la clínica.