Después de dos años de pandemia, muchas son las personas que se han realizado alguna de estas pruebas, pero sigue habiendo muchas dudas en torno a cada una.
Por: María Camila Sánchez
Desde el inicio de la pandemia, se han popularizado varios neologismos relacionados a la pandemia, el virus y las vacunas. Entre los más importantes encontramos la prueba PCR y la prueba de antígenos, ambas consideradas formas efectivas de detectar la infección por coronavirus en el organismo.
Después de dos años de pandemia, muchas son las personas que se han realizado alguna de estas pruebas, pero sigue habiendo muchas dudas en torno a cada una.
A través de esta prueba, se pretende detectar la actividad de la infección en ese momento, es decir, que un resultado positivo indica que el virus está presente en el organismo en ese momento.
Una vez es tomada la muestra con los hisopos, se examine en un laboratorio por profesionales sanitarios donde se procesa hasta obtener el resultado definitivo; este proceso por lo general tarda algunas horas. Durante estos meses, las pruebas PCR se han catalogado como una de los tests más fiables comparados con otro tipo de exámenes ya que tienen mucha mayor sensibilidad en su labor de detección
Prueba de antígenos
Al igual que las PCR, las pruebas de antígenos se utilizan para detectar la infección activa en el organismo mediante la identificación de proteínas del virus. La muestra puede tardar pocos minutos en dar un resultado, y son de fácil acceso, es decir, se pueden conseguir en farmacias para que cualquier ciudadano pueda realizarse la prueba sin la necesidad de acudir a un centro médico.
El resultado positivo de la prueba de antígenos también significa la presencia de del virus en el cuerpo, pero debe realizarse durante los siete días siguientes al contagio por COVID, debido a los niveles de carga viral.
Ahora bien, ninguna de estas dos pruebas son capaces de detectar si ya se ha superado la enfermedad causada por el contagio de COVID-19.