Cuando la medicina pudiera estar cerca de tener en sus manos todas las etiologías al menos descifradas, viene la ciencia le da un revés.
Por: María Camila Sánchez
Cuando la medicina pudiera estar cerca de tener en sus manos todas las etiologías al menos descifradas, viene la ciencia le da un revés.
Esta vez, detrás de un cuadro recurrente de orina espumosa, malestar de pecho y falta de aire fueron síntomas no específicos que develó una rara condición contenida en literatura.
Se trató de un paciente de 59 años, sin historial clínico significativo, que arribó a la sala de emergencias del hospital con falta de aire, orina espumosa, entre otros síntomas. Esta no era la primera vez que el paciente acudía a las salas de emergencias pues en otras ocasiones había recurrido, aunque fue dado de alta, sostuvo el Dr. Jonathan Chariez Mercado, parte de la residencia de Medicina de Familia de Mayagüez Medical Center (MMC).
Dr. Jonathan Chariez Mercado, parte de la residencia de Medicina de Familia de Mayagüez Medical Center.
No obstante, un cardiólogo evaluó el caso al realizarle un ecocardiograma se dio cuenta de que este reflejaba una fracción de eyección reducida de menos 40%, siendo diagnosticado con un fallo cardíaco congestivo, de etiología desconocida pues este paciente no tenía historial alguno de enfermedades asociadas ni de historial familiar.