Nuestro caso destaca la importancia de obtener un historial completo de los usuarios de drogas intravenosas, ya que corren el riesgo de inyectarse drogas en áreas del cuerpo inusuales, incluyendo órganos genitales.
Por: Belinda Burgos
El uso ilícito de la cocaína ha continuado ascendiendo en los Estados Unidos, y figura como la droga ilícita más traficada a nivel mundial. Es conocido además que el uso intravenoso de la misma provoca lesiones graves en las venas, como eritema, tromboflebitis, vasoconstricción, necrosis, desarrollo de ulceración venosa y oclusión de la vena.
Precisamente un caso reportado en el estado de New York demuestra las fatales consecuencias del uso de esta droga intravenosa inyectada en lugares no comunes. Se trató de un hombre de 35 años con una historial de 3 días de dolor fuerte y progresivo en el pene y el escroto después de haber inyectado cocaína en la vena dorsal o línea media del órgano.
Un examen genital reveló ulceraciones e hinchazón en el pene proximal ventral y la unión del escroto, con secreción serosa maloliente. Igual se halló zonas color púrpura con necrosis del dorso del pene y linfadenopatía -inflamación en los ganglios- en la parte inguinal bilateral que le producía dolor.
Una tomografía computarizada de la zona de la pelvis con contraste mostró edema subcutáneo del pene con ulceración de la punta del pene en el lado derecho. También reveló adenopatía inguinal izquierda.
El estado clínico del paciente mejoró con antibióticos y cuidados locales de la herida.
El caso destaca la importancia de realizar una anamnesis completa a personas que consuman este tipo de drogas, ya que corren el riesgo de inyectarse drogas en lugares inusuales del cuerpo, como la vena dorsal del pene.
En Puerto Rico es conocido a nivel científico que el uso de cocaína produce unos cambios radicales en la fisiología, en el cerebro, e investigadores instan a generar políticas públicas congruentes.
"En los gobiernos y en muchos de los medios de comunicación masiva se da énfasis solo a las drogas ilegales en vez de a la epidemiología y tratamiento de las adicciones", así lo destacaron en un artículo publicado en nuestra versión impresa el doctor Arnaldo Cruz, la doctora Martiza Salcedo y la doctora Marivy Estrella.
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