El liposarcoma es un tumor maligno derivado del tejido adiposo
Por: Belinda Burgos
Raramente, los liposarcomas retroperitoneales pueden imitar clínicamente y bioquímicamente a los feocromocitomas. Precisamente médicos hallaron un caso clínico como este, donde fueron partícipes autores puertorriqueños.
Se trató de una mujer afrotrinitense de 56 años con un historial de tres meses con síntomas de debilidad, sudoración intermitente, dificultad para dormir y aumento de presión arterial.
Después de dos semanas de un régimen antihipertensivo oral, los niveles de presión arterial todavía estaban elevados y se quejaba de un nuevo dolor abdominal en el lado derecho.
La tomografía computarizada de su abdomen reveló una masa heterogénea, derecha suprarrenal, sospechosa de feocromocitoma.
Los niveles de catecolaminas urinarias -hormonas producidas por las glándulas suprarrenales- también estaban elevadas y una resonancia magnética de su abdomen reveló el diagnóstico de feocromocitoma, aunque se observó grasa intralesional, una característica poco común de los feocromocitomas, reporta el caso.
El análisis histológico del espécimen resecado confirmó liposarcoma retroperitoneal desdiferenciado, confirmaron los autores, aunque añadieron que si bien las características de imagen de los feocromocitomas y los liposarcomas retroperitoneales pueden ser similares, la presencia de lesiones intralesionales grasa en los estudios realizados debería favorecer el diagnóstico de un liposarcoma retroperitoneal, sostienen.
El liposarcoma es un tumor maligno derivado del tejido adiposo, que representa la variedad más frecuente dentro de los sarcomas de partes blandas del retroperitoneo, aunque globalmente sólo supone el 0.1% de todas las neoplasias.
Mientras, un feocromocitoma es un tumor raro que suele comenzar en las células de una de las glándulas suprarrenales. Aunque por lo general son benignos, con frecuencia, causan que la glándula suprarrenal produzca demasiadas hormonas.
En conclusión, aunque los liposarcomas retroperitoneales son inusuales, rara vez pueden disfrazarse de un feocromocitoma, establecen los autores.
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