La paciente recuperó fuerza en las piernas pocas horas después de la cirugía descompresiva.
Por: Mariana Mestizo Hernández
Una mujer de 53 años acudió al servicio de urgencias con debilidad progresiva bilateral en las extremidades inferiores, entumecimiento agudo en dichas extremidades y la región perineal, e incontinencia urinaria y fecal persistente por más de dos semanas.
Entre sus antecedentes personales destacaban diabetes tipo II, hipotiroidismo, fibromialgia, síndrome de dolor regional complejo (tratado mediante un estimulador de cordón posterior [ECP] implantado hace 18 años) y estenosis espinal cervical. No reportaba consumo de tabaco, alcohol ni drogas ilegales. A su llegada, la paciente necesitaba una silla de ruedas debido a paresia significativa de las extremidades inferiores.
Hallazgos físicos y evaluación neurológicaEl examen físico reveló debilidad marcada en ambas piernas, imposibilidad para movilizarlas y pérdida de sensibilidad desde la región umbilical hasta los pies. Se evidenciaron signos neurológicos sugestivos de compresión medular, incluyendo signo de Hoffman positivo en el lado derecho, clonus bilateral en tobillos (1-2 latidos), anestesia en silla de montar e incontinencia dual.
La puntuación según la Asociación Ortopédica Japonesa Modificada (mJOA) fue de 9, reflejando deterioro neurológico importante: motricidad superior 5, inferior 1, sensibilidad superior 3 y esfínteres 0.
Limitaciones diagnósticas y hallazgos por imagen
Dada la incompatibilidad del modelo de ECP con la resonancia magnética (RMN) de 3.0 T, se optó por una mielografía por tomografía computarizada (TC). Esta reveló espondilosis cervical multinivel y estenosis grave de C4 a C7, con efecto de masa de los electrodos del ECP sobre la médula espinal. Las radiografías mostraron además cambios degenerativos y derivaciones del dispositivo a nivel cervical y torácico.
Intervención quirúrgica
Se indicó una discectomía cervical anterior con fusión (ACDF) de C4 a C7 para preservar la integridad posterior, particularmente importante ante la presencia del ECP. La cirugía se realizó bajo anestesia general, con monitoreo neurofisiológico continuo.
Mediante abordaje Smith-Robinson, se efectuaron discectomías subtotales, extracción de material discal y osteofitos, descompresión neurológica, colocación de cajas intersomáticas con injerto óseo y fijación con placa anterior. No hubo cambios significativos en los potenciales evocados. El procedimiento se completó sin complicaciones y con estabilidad neurológica.
Recuperación postoperatoria
Horas después de la cirugía, la paciente mostró una mejoría evidente en la fuerza de las piernas. Se instauró un programa de fisioterapia con ortesis cervical. A las tres semanas, reportaba una evolución favorable con mínima parestesia remanente. Radiografías de control confirmaron alineación adecuada sin complicaciones.
Los autores (Chase Walton et al) señalan que a las seis semanas, había comenzado rehabilitación física con control efectivo del dolor. Para el tercer mes postoperatorio, reportaba disminución importante de síntomas, fuerza recuperada en extremidades inferiores y mejoría sensitiva sostenida.
Discusión
La mielopatía cervical degenerativa puede tener una evolución progresiva o agudizarse súbitamente, como en este caso, donde la presencia de un ECP cervical (modelo Abbott Proclaim) agravó la compresión medular. La fibrosis epidural tardía, complicación rara de estos dispositivos, puede aparecer años después de su implantación y causar síntomas como debilidad, ataxia, parestesias e hiperreflexia.
El diagnóstico se dificulta por artefactos de imagen y limitaciones técnicas para realizar RMN. En este caso, la TC mielográfica fue clave. Aunque en situaciones similares se opta por retirar el dispositivo, se decidió mantener el ECP funcional, dado su beneficio analgésico, y proceder a una ACDF cuidadosa sin extraer los electrodos.
A medida que aumenta el uso de dispositivos como el ECP, es fundamental que los clínicos reconozcan sus limitaciones diagnósticas y quirúrgicas, y que la investigación se oriente a mejorar la compatibilidad con imágenes, reducir complicaciones como la fibrosis y optimizar el diseño de los electrodos.