Ante el dolor cervical agudo y las cefaleas es importante considerar causas poco comunes que van más allá de la degeneración de la columna cervical o la artritis reumatoide.
Por: María Camila Sánchez
Una paciente de 71 años acudió al servicio de emergencias por un dolor agudo en el cuello acompañado de dolor de cabeza y mareos. En la evaluación clínica, la mujer señaló que llevaba años sufriendo este tipo de dolores y cada vez los presentaba con mayor frecuencia.
La paciente presentaba historial médico de hipertensión arterial y diabetes mellitus desde hace 10 años. En la exploración neurológica no se evidenciaron alteraciones neurológicas ni signos de disfunción vestibular.
Se observó un giro limitado de la columna cervical y un aumento del dolor al girar la cabeza. En la resonancia magnética y tomografía computarizada se encontró una calcificación del ligamento transverso y del ligamento cruciforme del atlas en combinación con una ligera compresión del bulbo raquídeo.
Síndrome de la apófisis odontoides coronada
Después de múltiples estudios y basándose en el historial clínico de la paciente, los médicos diagnosticaron el síndrome de la apófisis odontoides coronada, una patología muy poco frecuente.
La paciente fue tratada inicialmente con celecoxib (100 mg dos veces al día) sin que lograr una reducción significativa de los síntomas. Los niveles de PCR y VSG de la paciente se normalizaron tras 10 días de tratamiento continuo con colchicina a una dosis de 1 mg dos veces al día. Finalmente, el dolor de cabeza, el dolor de cuello y los mareos también desaparecieron.
El síndrome de la apófisis odontoides coronada es una forma poco frecuente de enfermedad por depósito de cristales de pirofosfato cálcico caracterizada por dolor cervical agudo, rigidez y limitación del movimiento, acompañados de fiebre y marcadores inflamatorios elevados.
Este síndrome no suele asociarse al dolor de cuello
Aunque este síndrome es una causa poco frecuente de dolor de cuello con limitación de la movilidad, es más común de lo que se sospecha, según apuntan diferentes traumatólogos.
Los diagnósticos diferenciales incluyen meningitis, absceso epidural, artritis reumatoide, polimialgia reumática, arteritis de células gigantes, espondilosis cervical o tumores óseos metastásicos.
Aunque el pronóstico del síndrome de la apófisis odontoides coronada es favorable y los síntomas suelen desaparecer en pocas semanas, el tratamiento sigue siendo controvertido, y suele recomendarse un antiinflamatorio no esteroideo (AINE).
Importancia del diagnóstico diferencial
Las artritis por depósitos de cristales, como la artritis por depósito de pirofosfato cálcico, pueden desencadenar enfermedades articulares inflamatorias tanto agudas como crónicas, por lo que constituyen un diagnóstico diferencial de gran relevancia con respecto a la artritis reumatoide, explican en un artículo periodístico reumatólogos dirigidos por el Dr. Hans Bastian (Departamento de Reumatología e Inmunología Clínica del Hospital Immanuel de Berlín, centro Berlín-Wannsee).
La distinción suele ser más fácil en un episodio agudo que en la fase crónica. El primero es similar a un ataque de gota, debido a la clínica típica con síntomas de dolor pronunciados y articulación muy inflamada.
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