Diagnóstico de miositis y osteitis tras inyección no médica de esteroides anabólicos en hombre de 37 años

La osteitis es la inflamación del hueso, específicamente del hueso ilíaco izquierdo adyacente al sitio de la inyección. Se manifestó como edema óseo en las imágenes de RM, sin signos de infección aguda.

Por: Katherine Ardila


Se presenta el caso de un paciente masculino de 37 años, que acudió al servicio de urgencias de un centro de atención cuaternaria debido a una sensación febril no cuantificada de 3 días de evolución, dolor punzante y una erupción en el glúteo izquierdo, lo que le impedía movilizar normalmente su pierna.  

Inicialmente, se le realizó una ecografía de tejidos blandos, que no mostró abscesos ni necrosis, pero sí cambios compatibles con miositis del glúteo mayor izquierdo. Fue dado de alta con tratamiento antibiótico oral (sultamicilina). Sin embargo, al no presentar mejoría, el paciente regresó al centro. 

Al día siguiente, se le realizó una resonancia magnética (RM) de cadera con contraste, la cual confirmó el diagnóstico de miositis glútea izquierda. Se inició tratamiento antibiótico intravenoso con clindamicina (600 mg cada 8 horas) y fue trasladado al Hospital Universitario Nacional de Colombia (HUN) en ambulancia.  

Inyección de esteroides sin supervisión médica 

El examen físico reveló edema y eritema en la región glútea derecha, induración sin áreas de fluctuación y pérdida de fuerza en la extensión del muslo, sin déficit neurovascular distal.  

El paciente negó antecedentes médicos, genéticos o quirúrgicos relevantes, pero admitió haberse inyectado esteroides anabólicos en la nalga izquierda en un entorno no profesional. 

Ese mismo día, fue evaluado por el servicio de medicina interna, quien solicitó pruebas de laboratorio. Los resultados mostraron niveles elevados de proteína C reactiva (28 mg/dL), leucocitos totales dentro del rango normal (7680/µL), neutrófilos también normales (5450/µL), plaquetas en 269,000/µL, creatinina en 0.75 mg/dL, nitrógeno ureico en sangre en 14.69 mg/dL y creatina fosfoquinasa en 205 mg/dL. 

No se realizaron pruebas de función hepática ni cultivos de sangre o tejidos debido a la ausencia de signos de respuesta inflamatoria sistémica o sepsis.  

Se realizó una ecografía de tejidos blandos de la nalga izquierda. Aunque no se observaron colecciones sugerentes de hematoma o abscesos, se evidenció un aumento del grosor muscular, un incremento difuso en la ecogenicidad del músculo y un patrón fibrilar alterado, hallazgos interpretados como miositis con dimensiones de 14.4x5.6x14.4 cm y un volumen de 608 cm³. 

Además, se observó engrosamiento y cambios inflamatorios en el tejido subcutáneo, asociados a celulitis adyacente al foco de miositis en el glúteo mayor izquierdo.  

Edema y aumento de la densidad del hueso ilíaco 

Posteriormente, se realizó una RM pélvica con contraste, que evidenció un aumento en la intensidad de la señal entre las fibras musculares del glúteo mayor izquierdo, compatible con edema, sin ruptura de los planos fasciales o del tejido adiposo subcutáneo. 

También se observó un aumento en la intensidad de la señal en el hueso ilíaco izquierdo adyacente al sitio de la miositis, lo que sugirió la presencia de edema óseo secundario a osteítis reactiva o posible osteomielitis aguda.  

En las imágenes de difusión ponderada (b-800 y coeficiente de difusión aparente, ADC), se observó un área de libre difusión de moléculas de agua en el hueso ilíaco, lo que descartó la presencia de abscesos típicos de la osteomielitis aguda. 

Finalmente, en las imágenes T1 sin contraste y post-contraste, se confirmó que el área de edema presentaba un realce homogéneo, relacionado con osteítis.  

Diagnóstico de osteítis y tratamiento 

Con base en los resultados de las pruebas de laboratorio y las imágenes diagnósticas, se estableció el diagnóstico de miositis y osteitis inducidas por esteroides anabólicos.  

El paciente recibió tratamiento con antiinflamatorios no esteroideos (diclofenaco) y acetaminofén para controlar la inflamación, así como terapia antimicrobiana empírica intravenosa: inicialmente clindamicina, seguida de vancomicina y piperacilina-tazobactam debido a la persistencia de los signos inflamatorios locales. 

Los servicios de cirugía general y ortopedia decidieron no realizar intervención quirúrgica, ya que no había complicaciones locales o sistémicas.  

El paciente continuó el tratamiento antimicrobiano de forma ambulatoria con un plan de hospitalización domiciliaria y seguimiento telefónico. La evolución fue favorable, sin deformidades anatómicas ni trastornos funcionales. Mostró buena tolerancia y adherencia al tratamiento, sin reacciones adversas.  

Discusión  

La enfermedad que se le diagnosticó al paciente fue miositis y osteítis inducidas por esteroides anabólicos. Estas condiciones son complicaciones inflamatorias que surgieron como consecuencia de la inyección no profesional de esteroides anabólicos en el glúteo mayor izquierdo.

La miositis es una inflamación del músculo esquelético, en este caso, del glúteo mayor izquierdo. Se caracterizó por edema, aumento del grosor muscular y cambios en la ecogenicidad observados en la ecografía y la resonancia magnética (RM).

La osteítis es la inflamación del hueso, específicamente del hueso ilíaco izquierdo adyacente al sitio de la inyección. Se manifestó como edema óseo en las imágenes de RM, sin signos de infección aguda (osteomielitis).

Este caso (Andrés Donado-Moré, et al) destaca la importancia de las técnicas de imagen, pues ambas condiciones fueron diagnosticadas mediante estudios de imagen (ecografía y RM), que mostraron cambios inflamatorios en los tejidos blandos y el hueso, respectivamente. 

Aunque no se pudo determinar si la miositis era de origen infeccioso (piomiositis) debido a la falta de cultivos microbiológicos, el tratamiento incluyó antibióticos de amplio espectro y antiinflamatorios, lo que resultó en una evolución favorable del paciente.

La disponibilidad de estas herramientas permitió identificar cambios inflamatorios en el glúteo mayor izquierdo y el hueso ilíaco adyacente, confirmando el diagnóstico sin necesidad de biopsia. 

Sin embargo, la falta de muestras para análisis histopatológico y microbiológico fue una limitación, lo que impidió determinar si la miositis era de origen infeccioso (piomiositis) o inflamatorio.  

La miositis como complicación de las inyecciones de esteroides anabólicos es poco reportada en la literatura, y no existen series de casos o revisiones sistemáticas que aborden específicamente este tema. Además, la osteítis como complicación no ha sido descrita previamente, lo que hace que este caso sea particularmente relevante.  





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