El colesterol LDL elevado es uno de los factores más determinantes en la aparición de enfermedades cardiovasculares, siendo responsable de un alto porcentaje de infartos, accidentes cerebrovasculares y otras condiciones graves.
Por: Katherine Ardila
En un momento donde las enfermedades cardiovasculares encabezan las causas de muerte en el mundo, un estudio actual asegura que el colesterol LDL elevado está vinculado a cerca del 60% de los casos de enfermedad cardíaca.
La investigación sugiere que una reducción sostenida de este "colesterol malo" durante cinco años podría prevenir hasta 105.826 eventos cardiovasculares, generando no solo beneficios en salud sino también importantes ahorros para el sistema sanitario.
Teniendo en cuenta este panorama, desde la Revista MSP contactamos a la Dra. Diana Díaz, directora médica de Novartis Colombia, para profundizar en este tema.
La batalla entre el colesterol bueno y malo: más que una simple denominación
Al tratar de comprender este estudio, la experta menciona que parte importante es entender las diferencias entre los tipos de colesterol: "Esa forma de decir "colesterol bueno" o "colesterol malo" es tratar de agrupar diferentes fragmentos o lipoproteínas que llamamos en medicina para poder determinar qué efecto tienen ellas en el cuerpo".
Esto va más allá de simples apelativos, ya que mientras el HDL (colesterol bueno) actúa como un escudo protector cardiovascular, el LDL desarrolla un papel completamente opuesto.
En palabras de la especialista "El colesterol malo es aquel que se conoce como el colesterol LDL y es el que se encarga de formar unas placas en las arterias. Las arterias son como unos tubitos y el colesterol LDL se va pegando, y en la medida en que se acumula pues se va cerrando la luz de la arteria y evita el flujo de sangre".
Este proceso silencioso pero implacable puede ocasionar consecuencias fatales como infartos, accidentes cerebrovasculares o enfermedad arterial periférica.
Niveles peligrosos: un parámetro que debe personalizarseCuando se trata de establecer qué valores de LDL y HDL deben considerarse como señal de alerta, la Dra. Díaz aclara que se necesita de un enfoque individualizado: "Los niveles de colesterol LDL y de HDL al igual que otros datos clínicos no se pueden generalizar".
Esta personalización nace por las evidencias de que cada contexto es único, cada paciente presenta un perfil de riesgo diferente, determinado por factores como edad, historial familiar y condiciones coexistentes.
Frecuencia de monitoreo: pautas basadas en evidenciaEl reciente consenso colombiano de 2024 sobre manejo de dislipidemias establece recomendaciones respecto a la periodicidad con que debemos medir nuestros niveles de colesterol.
La doctora afirma: "Los pacientes que son menores de 40 años que no tienen ninguna otra enfermedad, ningún antecedente de riesgo deberían hacerse un control de sus lípidos cada cinco años".
Sin embargo, esta frecuencia aumenta en poblaciones con mayor vulnerabilidad: "Si ya eres mayor de 40 años y tienes algún factor de riesgo... deberías hacértelo anualizado". Para quienes ya tienen diagnóstico de colesterol elevado, el seguimiento debe ser aún más estrecho, con controles iniciales cada seis semanas para evaluar la respuesta al tratamiento.
La peligrosa ausencia de síntomas: un llamado a la prevención activa
Aunque no es el único factor de riesgo modificable en las enfermedades cardiovasculares, su carácter asintomático lo convierte en una amenaza. En la mayoría de los casos, los pacientes no presentan manifestaciones evidentes, lo que termina en diagnósticos tardíos y complicaciones en el tratamiento.
"El colesterol LDL no genera ningún síntoma, no es algo que te alerte. Es una enfermedad silente y que va sumando y sumando porque el colesterol se va llenando y llenando en la arteria".
La especialista llama a la acción de asistir a chequeos regulares: "El llamado para todos los que nos están escuchando es que tenemos que tener una frecuencia de visita a nuestro médico para que nos haga el seguimiento de nuestros números".
Abordaje terapéutico: desde cambios de estilo de vida hasta innovaciones médicas
El tratamiento del colesterol elevado se basa en un enfoque escalonado que comienza con modificaciones en el estilo de vida. La Dra. Díaz explica este proceso: "Lo primero y lo que siempre te vas a encontrar cuando vayas al médico... es que te van a decir que tienes que hacer unos cambios de estilo de vida".
Estos cambios incluyen actividad física regular y una alimentación saludable, siendo este último aspecto particularmente crucial: "No sirve de nada hacer ejercicio si seguimos alimentándonos de una manera inadecuada... el 80% del sobrepeso o de la falta de control de nuestros parámetros clínicos depende de la dieta".
Cuando estas medidas no son suficientes, se recurre a medicamentos orales y, en casos más complejos, a terapias inyectables que han innovado el manejo de esta condición.
Nuevos horizontes en el tratamiento: la revolución del ARN de interferencia
Los avances científicos traen consigo nuevas posibilidades terapéuticas para el control del colesterol. La Dra. Díaz comparte estos desarrollos: "Recientemente en Colombia llegó una nueva alternativa terapéutica... que básicamente lo que hace es evitar que ese colesterol LDL llegue a nuestras arterias".
Esto ofrece un enfoque que podría mejorar el manejo de condiciones con alto riesgo cardiovascular. "También es inyectable y el periodo de aplicación es más amplio es decir se aplica con lapsos más largos. Además tiene tecnología ARN de interferencia".
Barreras en el manejo del colesterol en Colombia: un desafío multifactorial
El panorama colombiano presenta varios obstáculos para el control efectivo del colesterol LDL. La Dra. Díaz identifica tres problemas principales: "Hoy no hacemos un diagnóstico temprano de ese LDL... solamente el 50% de las personas les mandamos que se hagan el examen".
A esto se suma la falta de escalamiento terapéutico adecuado y la ausencia de metas personalizadas según el riesgo individual. Estos factores combinados explican por qué solo el 57% de los pacientes con niveles elevados de LDL logran controlarlos adecuadamente.
Así pues, lamentablemente, la reducción efectiva y sostenida del colesterol LDL, sigue siendo todo un reto, al menos en Colombia. Según la experta, el 80% de la población en alto riesgo no alcanza los objetivos de LDL.
Con estadísticas contundentes ("de 100 pacientes hoy que se mueren en Colombia 30 son por enfermedades cardiovasculares"), la Dra. Díaz concluye con un llamado a la acción: "Si eres mayor de 40 años... haz tus chequeos anuales... conoce tus números, maneja tus estilos de vida".