La atención primaria juega un papel importante, ya que, pueden proporcionar tratamientos y medicamentos para aliviar los síntomas.
Por: Jose Ibraim Alape
La enfermedad arterial periférica, también conocida como enfermedad arterial oclusiva periférica, es una condición progresiva que afecta los vasos sanguíneos que suministran sangre a las extremidades del cuerpo, como las piernas y los brazos. Esta enfermedad se caracteriza por la acumulación de placa en las arterias, lo que lleva a un estrechamiento y endurecimiento de los vasos sanguíneos, lo que limita el flujo sanguíneo hacia las extremidades.
Al respecto, el Dr. Jorge Martínez Trabal, cirujano vascular y director del programa de residencia de cirugía del Centro Médico Episcopal San Lucas, habla desde su experiencia lo que los médicos primarios deben tener en cuenta con los pacientes que pueden padecer de esta enfermedad arterial periférica.
Síntomas y factores de riesgo
Los síntomas de la enfermedad arterial periférica pueden incluir dolor, calambres, fatiga, debilidad muscular y dificultad para caminar. En casos más graves, puede desarrollarse gangrena o úlceras en las extremidades.
Esta enfermedad generalmente es causada por la aterosclerosis, que es la acumulación de placa compuesta por grasas, colesterol y otros materiales en las paredes arteriales. Los factores de riesgo incluyen el tabaquismo, la diabetes, la hipertensión arterial, el colesterol alto y la obesidad.
"Todo paciente que haya sido diabético por más de 15 a 20 años, todo paciente que haya sido fumador por largos años en su vida, y que haya tenido historial familiar, que ha perdido una de sus extremidades, hay posibilidad que puedan desarrollar esta enfermedad", expresó el Dr. Jorge Martínez Trabal.
Evaluación inicial y detección
Por otro lado el Dr. menciona, "Cualquier paciente que le haya dado un infarto al corazón, parte de su examen físico, siempre, se debe sentir los pulsos en las extremidades inferiores, cuando los pulsos se pierden, se debe confirmar los diagnósticos". Expresó.
La información proporcionada en la historia clínica y el examen físico es crucial para determinar la posible presencia de enfermedad arterial periférica. El médico recopila datos sobre los síntomas del paciente, su duración y gravedad, y también se interesa por los antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares, diabetes, tabaquismo y otros factores de riesgo.
"Cualquier persona que haya tenido un stroke, cualquier persona que haya tenido un infarto al corazón, que haya tenido angina de pecho, úlcera que no está sanando, persona con gangrena, personas con dolor, personas que les dan claudicación intermitente, deben hacerse estudios diagnósticos, para confirmar la presencia de la enfermedad de arterial periférica". Dijo el Dr Jorge Martínez.
Durante el examen físico, el médico busca señales de enfermedad arterial periférica, como debilidad o ausencia de pulsos en las extremidades, cambios en la textura de la piel, heridas o úlceras que no sanan, y cambios en la temperatura de las extremidades.
Pruebas diagnósticas
Existen varias pruebas diagnósticas para confirmar o descartar la enfermedad arterial periférica. Estas pruebas incluyen el índice tobillo, brazo, el doppler arterial, la angiografía, la ecografía doppler y la prueba de esfuerzo. Cada prueba evalúa diferentes aspectos del flujo sanguíneo y la presión arterial en las arterias periféricas, proporcionando información detallada a cada paciente.
"El estudio de inicio que es de mayor utilidad y es el que se le debe ordenar a todo el mundo para confirmar el diagnóstico, es el estudio fisiológico, que se hace tomando presiones a distinto lugares, como debajo de la ingle, rodillas, tobillo a mitad de pie y en los dedos, se toman presiones, para determinar si hay una disminución de presión normal o hay una disminución de presión de un segmento al próximo que es significativa, lo cual sería indicativo de que hay una obstrucción entre estos ambos segmentos". Dijo.
Estos estudios fisiológicos proporcionan información objetiva y precisa sobre la función y el flujo sanguíneo en las extremidades, lo cual es fundamental para confirmar el diagnóstico de enfermedad arterial periférica y determinar el mejor enfoque de tratamiento.
Rol de la atención primaria
La atención primaria también juega un papel importante en el manejo de los síntomas y las complicaciones de esta enfermedad. Los médicos de atención primaria pueden proporcionar tratamientos y medicamentos para aliviar los síntomas como el dolor en las piernas, promover la cicatrización de úlceras o heridas y prevenir infecciones. Además, los médicos de atención primaria pueden derivar a los pacientes a especialistas, como cardiólogos y cirujanos vasculares, según sea necesario.
Respecto a esto, el Dr. Jorge Martínez, habla de lo importante de conversar con los médicos primarios, ya que estos pueden orientar al paciente. "Es importante saber todas estas cosas porque el médico vascular da las recomendaciones, ya que puede dar las recetas de los medicamentos, pero le corresponde al médico primario encargarse de que esas recetas están adecuadas en cuanto a interacciones de medicamentos, entre otras, y conversar con el médico para que se pueda prevenir esta enfermedad". Expreso.
Consejos para médicos primarios
Los médicos primarios deben seguir varios consejos al abordar la enfermedad arterial periférica en su práctica clínica. En primer lugar, es importante realizar una evaluación exhaustiva del paciente, incluyendo la historia clínica y los factores de riesgo. Además, deben estar atentos a los síntomas y reconocerlos tempranamente para un tratamiento más efectivo.
"Una de las cosas que yo sugiero, es que si los médicos tienen un paciente que tiene una úlcera que no está sanando o tiene un dedo con gangrena y usted no le siente pulso, no mande ningún estudio, mándelo al cirujano vascular, ya que si se envía al paciente a estudio no lo ayuda a mejorar, si no que lo deteriora", Expresó el Dr. Martínez.
Los médicos también deben educar a los pacientes sobre la importancia de llevar un estilo de vida saludable, incluyendo dejar de fumar, controlar la presión arterial y el colesterol, controlar la diabetes y mantener un peso saludable.