Expertos indican que la obesidad puede provocar por sí misma enfermedades cardíacas que pueden causar la muerte súbita.
Por: Luisa Ochoa
Aunque la obesidad es un factor de riesgo conocido para múltiples enfermedades cardiovasculares, un nuevo estudio identificó que también produce cambios en el corazón que pueden llevar a la muerte súbita cardíaca.
A través del análisis de corazones extraídos en necropsias de personas fallecidas por muerte súbita, los investigadores descubrieron que varios de los órganos vitales que provenían de quienes tenían obesidad eran más pesados.
Además, evidenciaron que el hazard ratio de cardiomegalia de causa indeterminada en esta cohorte era de 5,3, en comparación con el de individuos de peso normal.
Al respecto, el Dr. Joseph Westaby, PhD del Cardiac Risk in the Young (CRY) Cardiovascular Pathology Laboratories y autor principal del estudio, indicó que "incluso cuando descartamos cualquier afección que pudiera causar potencialmente la cardiomegalia, como la hipertensión, las valvulopatías cardiacas, la diabetes y otros factores de riesgo cardiovascular, se mantuvo la asociación con la miocardiopatía por obesidad y la muerte súbita cardíaca".
Análisis de la miocardiopatía y muerte súbita causada por la obesidad
Para conocer las características clínicas y patológicas de la miocardiopatía por obesidad asociada a la muerte súbita cardíaca, los investigadores compararon esta población con dos grupos de control: pacientes con muerte súbita cardíaca con obesidad o con peso normal y con corazones morfológicamente normales.
Los pacientes se dividieron en dos grupos según el índice de masa corporal (IMC): un grupo con obesidad (IMC > 30 kg/m2) y un grupo con peso normal (IMC: 18,5 a 24,9 kg/m2).
Un aumento del peso del corazón superior a 550 g en los hombres y 450 g en las mujeres sin arteriopatía coronaria, hipertensión, diabetes o valvulopatía se clasificó como cardiomegalia de causa indeterminada, y a los individuos con obesidad y cardiomegalia se les definió bajo la categoría de miocardiopatía por obesidad.
Se seleccionaron controles con obesidad emparejados por edad y sexo con base en un índice de masa corporal >30 kg/m2, con un corazón morfológicamente normal que pesaba <550 g en los hombres y <450 g en las mujeres.
Los investigadores identificaron 53 casos de miocardiopatía por obesidad a partir de una cohorte de más de 4.500 casos de muerte súbita cardíaca que disponían de mediciones del índice de masa corporal. Entre los pacientes con peso normal hubo 14 casos de cardiomegalia por causa indeterminada.
La edad promedio en el momento de la muerte de los individuos con miocardiopatía por obesidad fue de 42 años. La mayoría de las muertes ocurrieron en hombres, que también murieron más jóvenes que las mujeres.
En comparación con los controles emparejados, se observó un aumento del espesor de la pared ventricular derecha e izquierda en los casos de miocardiopatía por obesidad. La grasa epicárdica del ventrículo derecho solo aumentó en los casos de miocardiopatía por obesidad.
Se identificó fibrosis del ventrículo izquierdo en siete (13 %) casos de miocardiopatía por obesidad.
"Este estudio resalta la necesidad de seguir investigando sobre estos individuos porque, por el momento, no podemos estar seguros de que el único factor que contribuye sea la obesidad", afirmó el Dr. Westaby.
Posibles factores genéticos envueltos en el desarrollo de la cardiomegalia
Se está estudiando si existe una predisposición genética subyacente en las personas con obesidad que pueda haber contribuido a la cardiomegalia. El grupo también tiene previsto estudiar a las familias de los fallecidos para determinar si tienen riesgo de presentar cardiomegalia.
"Se ha hablado mucho de la paradoja de la obesidad y de su naturaleza quizá benigna, pero este trabajo parece indicar lo contrario, que es un problema muy grave y que, de hecho, puede provocar por sí misma anomalías cardiacas que podrían causar la muerte súbita", señaló el Dr. Timothy P. Fitzgibbons.
El hecho de que solo 13% de los casos de miocardiopatía por obesidad presentaran fibrosis en los tejidos señala que la fibrosis no era la causa principal de la muerte súbita cardíaca, afirmó.
"A menudo realizamos pruebas de resonancia magnética para buscar zonas de fibrosis dentro del corazón porque esas zonas hacen que los pacientes sean propensos a las arritmias de reentrada, en particular, a la taquicardia ventricular. Pero los autores plantearon que los miocitos agrandados pueden predisponer por sí mismos a las arritmias, más que la fibrosis", finalizó el Dr. Fitzgibbons.
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