El hecho de que el uso dual tenga un riesgo de enfermedad cardiovascular similar al de fumar cigarrillos es un importante hallazgo, ya que muchas personas han optado por los cigarrillos electrónicos en un intento por reducir el tabaquismo debido a que perciben que es un riesgo menor.
Por: Redacción MSP
Fumar de forma alternativa cigarrillos tradicionales y electrónicos no reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares como algunas personas piensan. De hecho, según un estudio publicado en «Circulation» el riesgo de estas enfermedades es el mismo que el de las personas que usan exclusivamente cigarrillos tradicionales.
Fumar es uno de los factores de riesgo más relevantes para enfermedades como el cáncer o las patologías cardiovasculares. Algunos estudios han propuesto el uso de cigarrillos electrónicos como alternativa al tabaco, pero los cigarrillos electrónicos, que contienen muchas sustancias químicas tóxicas, son cada vez más populares como otra forma de consumir nicotina.
«El hecho de que el uso dual -cigarrillos combustibles tradicionales y cigarrillos electrónicos- tenga un riesgo de enfermedad cardiovascular similar al de fumar cigarrillos es un importante hallazgo ya que muchas personas han optado por los cigarrillos electrónicos en un intento por reducir el tabaquismo debido a que perciben que es un riesgo menor», asegura Andrew C.
Stokes, autor principal del estudio y profesor en la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Boston (EE.UU.). Y advierte que es común que las personas intenten cambiar «los cigarrillos tradicionales por los electrónicos y queden atrapadas en el limbo usando ambos productos».
Fumar es uno de los factores de riesgo más importantes para enfermedades como el cáncer o las patologías cardiovasculares
«Muchos fumadores que intentan usar cigarrillos electrónicos para dejar de fumar, en realidad, continúan usando ambos productos, convirtiéndose en usuarios duales, donde no hemos visto una reducción en el riesgo cardiovascular -comenta Stokes- Nos preocupa que cualquier recomendación del uso de cigarrillos electrónicos para dejar de fumar pueda conducir a un mayor uso dual, así como a la iniciación de los cigarrillos electrónicos entre los adultos jóvenes y aquellos que nunca han fumado cigarrillos».
Para examinar la relación entre las enfermedades cardiovasculares, el uso de cigarrillos electrónicos y el uso dual, los investigadores revisaron los datos del Estudio de Evaluación de la Población sobre el Tabaco y la Salud (PATH), un estudio llevado a cabo en más de 24 000 adultos, de los cuales el 50 % tenía 35 años o menos y el 51 % eran mujeres .
Los participantes se clasificaron en cuatro grupos: ningún uso actual de cigarrillos electrónicos o tabaco (14.832 personas), grupo que podría incluir exfumadores o exusuarios de cigarrillos electrónicos; uso exclusivo de cigarrillos electrónicos (822); consumo tradicional de cigarrillos (6.515), y uso dual de cigarrillos tradicionales y cigarrillos electrónicos (1.858).
Se definió la enfermedad cardiovascular como cualquier diagnóstico autoinformado de ataque cardíaco o cirugía de bypass, insuficiencia cardíaca, otras afecciones cardíacas o accidente cerebrovascular en los 12 meses anteriores.
La revisión encontró más de 1.480 casos de cualquier enfermedad cardiovascular y más de 500 casos de ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca o accidente cerebrovascular.
Los resultados mostraron que, en comparación con las personas que solo fumaban cigarrillos tradicionales, aquellos que hacían un consumo dual no tenían diferencias significativas en el riesgo de ninguna enfermedad cardiovascular ni en el de ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca o accidente cerebrovascular.
Los investigadores sí observaron que, en comparación con el tabaquismo tradicional, el uso exclusivo de cigarrillos electrónicos se asoció con un 30 % a un 40 % menos de eventos de enfermedades cardiovasculares autoinformados. Sin embargo, debido al bajo número de resultados autoinformados por los usuarios de cigarrillos electrónicos, los investigadores concluyeron que se necesitan más datos en esta área.
Dado que el uso de cigarrillos electrónicos todavía es relativamente nuevo, no existe evidencia a largo plazo para determinar el riesgo eventual de estos productos con el tiempo
Aunque el estudio PATH proporciona información esencial sobre el uso de cigarrillos tradicionales y electrónicos, así como sobre resultados como eventos cardiovasculares, «los datos son autoinformados, la duración del estudio es corta y la tasa de eventos aún es baja, especialmente en personas más jóvenes», reconoce Rose Marie Robertson, codirectora del Centro de Ciencias Regulatorias del Tabaco de EE.UU.
Además, añade, «dado que el uso de cigarrillos electrónicos todavía es relativamente nuevo, no existe evidencia a largo plazo para determinar el riesgo eventual de estos productos con el tiempo». Es importante recordar que, incluso con los cigarrillos tradicionales, se necesitaron décadas de uso y vigilancia para proporcionar la solidez de la evidencia que ahora tenemos que confirmar sus daños. Ahora bien, destaca Robertson, «las personas deben saber que los cigarrillos electrónicos contienen nicotina adictiva y sustancias químicas tóxicas que pueden tener efectos adversos en su sistema cardiovascular y su salud en general».
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