Las anomalías o daños a la estructura del corazón son la causa más frecuente de la fibrilación auricular.
Por: Yolimarian Torres
La Fibrilación Auricular (FA) es una alteración del ritmo del corazón y de acuerdo a la literatura médica este proceso de afección al músculo se da cuando, en condiciones normales, el ritmo cardíaco deja de ser regular y constante, el tiempo entre latido y latido es desigual.
Un corazón sano, en condiciones normales, debería tener un ritmo cardíaco regular, pues lo natural es que se acelere únicamente cuando hacemos ejercicio, y que vaya más lento cuando dormimos.
En este sentido, el cardiólogo Jorge González, mencionó para MSP que la frecuencia cardíaca en la fibrilación auricular oscila entre 100 y 175 latidos por minuto, cuando los límites normales de la frecuencia cardíaca son de 60 a 100 latidos por minuto.
“Esto produce una desincronización de los ventrículos haciendo que el corazón funcione deficientemente, mucho gasto energético, asincronización electromecánica”, indicó.
El galeno precisó que la enfermedad está totalmente ligada a un ritmo caótico irregular que se genera específicamente en las cavidades superiores del corazón, este órgano tiene cuatro cavidades, dos de baja presión, denominadas auriculares, y dos de alta presión, denominadas ventriculares.
"El lado derecho del corazón bombea los pulmones y el lado izquierdo se encarga del sistema circulatorio arterial de todo el cuerpo, la enfermedad se genera directamente debido a la degeneración del organismo el cual deja de funcionar correctamente debido a la edad o también por la aparición de otras enfermedades como diabetes, hipertensión las cuales son un factor para que la fibrilación se presente de una manera más temprana de lo estimado", explicó.
Posibles causas
Las anomalías o daños a la estructura del corazón son la causa más frecuente de la fibrilación auricular. Las posibles causas comprenden las siguientes:
Presión arterial alta
Ataque cardíaco
Enfermedad de las arterias coronarias
Válvulas cardíacas anormales
Defectos cardíacos de nacimiento (congénitos)
Glándula tiroides hiperactiva u otros desequilibrios metabólicos
Exposición a estimulantes, como medicamentos, cafeína, tabaco o alcohol
Síndrome del seno enfermo (funcionamiento incorrecto del marcapasos natural del corazón)
Enfermedades pulmonares
Cirugía cardíaca anterior
Infecciones virales
Estrés producido por cirugía, neumonía u otras enfermedades
Apnea del sueño
Sin embargo, algunas personas con fibrilación auricular no tienen defectos ni daños cardíacos. Esta enfermedad se conoce con el nombre de "fibrilación auricular aislada". En la fibrilación auricular aislada, la causa suele ser poco clara y las complicaciones graves son poco frecuentes.
¿Cómo prevenir la fibrilación auricular?
Al tratar de prevenir la Fibrilación Atrial se deben perseguir tres objetivos como son: disminuir la cantidad de sujetos con fibrilación auricular, reducir la frecuencia, duración y severidad de los episodios o suprimir definitivamente la misma y mantener el ritmo sinusal durante terapia a largo plazo.
También es importante mencionar que para prevenir la fibrilación auricular, se debe tener un estilo de vida saludable para el corazón para reducir el riesgo de enfermedad cardíaca. Un estilo de vida saludable puede comprender:
Seguir una dieta saludable para el corazón.
Aumentar la actividad física.
Evitar fumar.
Mantener un peso saludable.
Limitar o evitar el consumo de cafeína y alcohol.
Reducir el estrés, ya que el estrés intenso y la ira pueden provocar problemas en el ritmo cardíaco.
Utilizar medicamentos de venta libre con precaución, ya que algunos medicamentos contra el resfriado y la tos contienen estimulantes que pueden provocar latidos rápidos del corazón.
Tratamientos para la Fibrilación Atrial
Aunque el tratamiento depende de la gravedad y de la frecuencia de los síntomas y de la existencia o no de enfermedad cardiovascular asociada, la Alianza de Cardiología mencionó a través de su página que el objetivo es intentar restaurar el ritmo normal del corazón (ritmo sinusal), asimismo, hace énfasis en los siguientes tratamientos para contrarrestar este padecimiento:
Cardioversión: procedimiento para corregir la arritmia y recuperar el ritmo normal del corazón. Puede realizarse a través de medicamentos antiarrítmicos (cardioversión farmacológica) o, en caso de que éstos no hagan efecto, mediante descargas eléctricas con un desfibrilador (cardioversión eléctrica).
Ablación: técnica que consiste en aislar eléctricamente las venas pulmonares (donde nace la arritmia). Para llegar a ellas, se introduce un catéter por la zona de la ingle (vena femoral) hasta el corazón. Una vez allí se genera una corriente eléctrica que permite realizar quemaduras consecutivas alrededor de las venas pulmonares, quedando aisladas o desconectadas. Se realiza con anestesia local y sedación.
Fármacos antiarrítmicos: se clasifican en dos tipos: los que intentan devolver al corazón su ritmo normal y los que disminuyen la frecuencia cardíaca durante los episodios de arritmia. Su uso está limitado, debido a su eficacia intermedia, el agravamiento de la arritmia o la toxicidad y su tolerabilidad. Pueden tener efectos secundarios: frecuencia cardíaca demasiado lenta, fatiga, mareo y/o pérdidas de conocimiento.
Fármacos Anticoagulantes: evitan la formación de coágulos y reducen el riesgo de que se formen trombos dentro de los vasos sanguíneos, retardando el tiempo de coagulación de la sangre. Hay dos tipos de anticoagulantes orales: Antivitamina K (AVK) y Anticoagulantes Orales Directos (ACODs).
Fuentes consultadas: MSP y Mayo Clinic