Esto abre la puerta al desarrollo de nuevos biomarcadores y terapias neuroprotectoras que detecten de forma precoz a las personas afectadas.
"Estas ubicaciones de accidentes cerebrovasculares podrían ser factores predictivos para sRLS", señalan.
Los resultados mostraron que 3.483 pacientes fueron diagnosticados con epilepsia durante los primeros 4 años después del accidente cerebrovascular.