La investigación surgió debido a la necesidad frente a la aparición de nuevas variantes y a la necesidad de comprender el sistema inmunitario.
Médicos puertorriqueños se enfrentaron a una encrucijada clínica donde por primera vez, tenían que buscar un tratamiento nunca antes otorgado a un paciente con un linfoma difuso de células grandes B y una carga viral activa de hepatitis C para salvarle la vida.
El doctor Francisco L. Raffucci creó el Laboratorio de Cirugía Experimental en el patio de la Escuela de Medicina Tropical en San Juan en el 1956.