Pruebas revelaron que en los días de ayuno intermitente, el tiempo medio de exposición al ácido gastroesofágico fue del 3,5 %, en comparación con el 4,3 % de la dieta de referencia.
El sensor podría detectar sólo una fracción de microlitro de estas proteínas víricas, mientras que una tos puede contener entre 10 y 80 veces más.