Se ha estimado que 1-2% de los tratamientos médicos pueden verse asociados a reacciones adversas por medicamentos. Algunos medicamentos, tales como las penicilinas y la sulfa, tienen un mayor potencial de causar reacciones dermatológicas y/o sistémicas.
También es importante reconocer que ciertos pacientes, como aquellos infectados con VIH, son más propensos a desarrollar erupciones por drogas o a exacerbaciones de sus condiciones de la piel debido a medicamentos. Una reacción por medicamento se debe considerar en cualquier paciente que presente una erupción simétrica mientras se le esté administrando una droga o hasta aproximadamente 2 semanas después de haber terminado un medicamento. Algunos medicamentos también pueden agravar condiciones existentes de la piel, como sucede por ejemplo con la psoriasis, que es agravada por B-bloqueadores y por interferón. Además, algunas drogas pueden causar reacciones que imitan condiciones dermatológicas, tales como: el acné, el lupus, la dermatomiositis o el liquen plano.