Experta destaca avances en supervivencia oncológica y la importancia de abordar secuelas post-tratamiento para garantizar bienestar integral de pacientes.
Por: Laura Guio
La supervivencia al cáncer urológico ha aumentado significativamente gracias a los avances médicos, pero esto ha generado nuevos desafíos relacionados con la calidad de vida de los pacientes.
La Dra. Mariela Martínez, especialista en urología reconstructiva y supervivencia de cáncer del Hospital Episcopal San Lucas, explica en una entrevista de la revista Medicina y Salud Pública que en Puerto Rico la importancia de tratar las secuelas físicas y emocionales que surgen tras los tratamientos oncológicos.
"A través de los años, los tratamientos de cáncer han avanzado y por ende los pacientes tienden a sobrevivir por más tiempo, lo cual es excelente noticia, pero entonces trae el nuevo problema: qué es cómo tratamos a esos pacientes y les mejoramos su calidad de vida mientras están vivos", explica la Dra. Martínez.
Cáncer de próstata: Principal preocupación en Puerto RicoLa especialista se enfoca particularmente en pacientes con cáncer de próstata, una condición que afecta significativamente a la población masculina puertorriqueña.
“En Puerto Rico uno de cada siete hombres que nace va a tener cáncer de próstata en algún momento en su vida”, señala la experta.
Los pacientes que han recibido radiación o prostatectomía (cirugía para remover la próstata) frecuentemente experimentan efectos secundarios que impactan su vida diaria.
Entre las consecuencias más comunes se encuentran:
Disfunción eréctil
Incontinencia urinaria
Problemas con los niveles de testosterona
Secuelas físicas y emocionales: Un impacto integral
Las consecuencias del tratamiento oncológico trascienden lo puramente físico. La Dra. Martínez describe cómo la incontinencia urinaria afecta múltiples aspectos de la vida del paciente:
"Muchos de los pacientes me dicen que no quieren salir a actividades familiares, que no tienen una vida social normal porque sienten que huelen o se sienten avergonzados de su incontinencia", señala la especialista.
El impacto económico también es considerable, ya que los pacientes deben invertir constantemente en productos de protección. Estudios han demostrado que tanto la incontinencia como la disfunción eréctil pueden aumentar significativamente el riesgo de depresión en hombres.
Tratamientos reconstructivos
La urología reconstructiva ofrece diversas alternativas terapéuticas adaptadas a las necesidades específicas de cada paciente. Entre las opciones más frecuentes se incluyen:
Terapias para mejorar la función vesical: Ayudan a los pacientes a orinar mejor
Prótesis peneanas: Para mejorar la función eréctil
Prótesis para el esfínter urinario: Proporcionan mejor control sobre la micción
"La manera en que podemos mejorar la calidad de vida del paciente va a ser bastante personalizada, pero se basa en las expectativas de ese paciente y cómo podemos juntos trabajar para lograr mejorar esas expectativas", enfatiza la doctora.
Prevención e importancia de la detección temprana
Durante el mes de concientización sobre cáncer de próstata, la Dra. Martínez hace un llamado urgente a la prevención. Recomienda que los exámenes de detección comiencen entre los 40 y 45 años de edad, incluyendo:
Pruebas de sangre (antígeno prostático específico - PSA)
Examen rectal digital
"Si lo atendemos a tiempo, pues disminuimos las posibilidades de todas estas otras consecuencias de las terapias que tenemos", advierte la especialista.
Mensaje de esperanza
La Dra. Martínez concluye con un mensaje alentador para quienes están experimentando secuelas post-tratamiento oncológico:
"Si usted tiene alguna de estas consecuencias, ya sea por cáncer o por cualquier otra causa, por favor visite a su urólogo porque hay soluciones. No tienen que vivir así y busquen ayuda porque sí la hay y hay muchas soluciones que podemos ofrecerles".
El enfoque integral de la urología reconstructiva y la supervivencia de cáncer representa una nueva frontera en la medicina, donde el objetivo no es solo salvar vidas, sino garantizar que esas vidas valgan la pena ser vividas con dignidad y plenitud.