En el estudio, ratones previamente ciegos volvieron la cabeza para seguir los patrones de franjas en movimiento después de recibir el tratamiento.
"Al hacer las barras más y más delgadas, se vio que los animales no sólo podían ver, sino que mejoró significativamente lo bien que podían ver", dice Fagiolini. Mientras que otros equipos, entre ellos uno en el Hospital Infantil de Boston, han restaurado la visión parcial en ratones, se basaban en técnicas genéticas que sólo se pueden hacer en un laboratorio y, en general, sus métodos conllevan la eliminación o el bloqueo de los genes supresores de tumores, que fomentan la regeneración pero también podría promover el cáncer.
El nuevo estudio es el primero en restaurar la visión con un enfoque realista que podría ser utilizado en la clínica y que no interfiere con genes supresores de tumores. El avance clave en la restauración de la visión fue conseguir que las fibras nerviosas regeneradas (axones) no sólo formen conexiones funcionales con las células del cerebro, sino también lleven impulsos durante todo el camino desde el ojo hasta el cerebro.
El reto fue que las fibras volvieron a crecer sin la vaina aislante conocida como mielina, que ayudan a propagar las señales nerviosas a través de largas distancias. "Encontramos que los axones regenerados no están mielinizados y tienen muy mala conducción; la velocidad de desplazamiento no es lo suficientemente alto como para sustentar la visión -dice He--. Necesitábamos una manera de superar este problema". Gracias a la literatura médica, se enteraron de que un bloqueador de los canales de potasio, 4-aminopiridina (4-AP), ayuda a fortalecer las señales nerviosas cuando la mielina está ausente. El fármaco se comercializa como AMPYRA para la esclerosis múltiple, un trastorno que también conlleva pérdida de la mielina. Cuando lo agregaron, las señales fueron capaces de llegar hasta el final. Tomado de: http://jano.es/noticia-un-coctel-farmacologico-podria-restaurar-25419