Los opiáceos provienen de las plantas de amapola, mientras que los opioides se fabrican en laboratorio.
Por: Luisa Ochoa
Los opiáceos y opioides son muy similares, sin embargo, sus orígenes son distintos, ya que los primeros vienen de las plantas de amapola, es decir que son compuestos naturales, mientras que los opioides son producidos de forma total o parcial en laboratorios.
A menudo se usan estos términos de forma similar, pero no se refieren a lo mismo. Ambos son narcóticos, lo que significa que inducen somnolencia o entumecimiento, y muchos opiáceos y opioides también provocan sentimientos de euforia.
Muchas personas usan el término “opiáceos” para referirse a todos los opiáceos y opioides, no obstante cada uno abarca diferentes tipos de medicamentos que tienen un alto nivel de consumo en la población mundial.
Opiáceos
Los opiáceos se derivan de las amapolas de opio (Papaver somniferum). Los principales incluyen:
Morfina: un analgésico recetado que se usa para tratar el dolor agudo y crónico de moderado a intenso.
Codeína: se usa para tratar el dolor leve a moderado y también la diarrea. Cabe mencionar que a veces se mezcla con otros analgésicos de venta libre, como paracetamol, jarabe para la tos y medicamentos para el resfriado.
Opio: está hecho de látex de amapola, una sustancia lechosa. Este chicle pegajoso y maloliente a veces se come tal cual, se fabrica en polvo o jarabe que se fuma, o se convierte en pastillas o se agrega a las bebidas.
Opioides
Los opioides pueden ser semisintéticos o sintéticos. Los semisintéticos se producen en un laboratorio utilizando opiáceos y los sintéticos son sustancias fabricadas en laboratorio que actúan sobre los receptores de opioides del cuerpo para producir los mismos efectos que los opiáceos.
Semisintéticos
Los ejemplos de opioides semisintéticos incluyen:
Oxicodona: es químicamente similar a la morfina y se usa para tratar el dolor agudo de moderado a severo, además, por lo general, se mezcla con otros medicamentos para aliviar el dolor.
Heroína: es una sustancia hecha a partir de la morfina. Las personas se lo inyectan, inhalan o fuman.
Hidrocodona: es similar a la oxicodona, pero se prescribe principalmente para tratar el dolor de moderado a intenso que es duradero, como el dolor del cáncer.
Hidromorfona: está químicamente relacionada con la morfina, pero es mucho más potente y se usa para el dolor de moderado a intenso que no responde a los opioides menos potentes.
Oximorfona: es un potente opioide similar a la morfina, se usa solo para el dolor crónico de moderado a intenso
Sintéticos
Metadona: al igual que otros opioides, la metadona se prescribe para tratar el dolor, pero también se usa con asesoramiento y otras terapias en el tratamiento con asistencia médica para el trastorno por consumo de opioides.
Fentanilo: se estima que es entre 50 a 100 veces más potente que la morfina y se usa para tratar el dolor intenso después de una cirugía o para tratar a personas con dolor crónico que tienen tolerancia a otros opioides. Su presentación se encuentra en varias formas, incluyendo pastillas, parches o inyecciones.
Tramadol: vendido bajo la marca Ultram, el tramadol se usa para el dolor moderado a intenso.
Todos los opioides y opiáceos son sustancias controladas en los Estados Unidos debido a su alto potencial de uso indebido y riesgo de dependencia, aunque algunos pueden conllevar más riesgo debido a su potencia. Cuando se usan bajo supervisión médica, los opioides y los opiáceos pueden ser una herramienta segura y eficaz para el control del dolor.
Pero con todos los opiáceos y opioides, incluidos los sintéticos y semisintéticos, la dosis lo es un punto clave, ya que cuanto mayor sea la dosis, mayor será la probabilidad de efectos secundarios, dañinos, además de la sobredosis.
¿Qué sucede con el fentanilo?
Debido a los recientes aumentos en las muertes por sobredosis relacionadas con los opioides sintéticos como el fentanilo, se puede suponer que los opioides sintéticos son inherentemente peligrosos. Pero la mayoría de muertes relacionadas con los opioides involucran fentanilo fabricado ilegalmente, que es diferente del fentanilo farmacéutico.
El fentanilo farmacéutico se fabrica en laboratorios estrictamente regulados y viene etiquetado con precisión con información de dosificación e instrucciones de uso. Cuando se usa correctamente, puede ser una herramienta para controlar el dolor intenso.
El fentanilo fabricado ilegalmente, por otro lado, proviene de fuentes no reguladas. Se encuentra en forma de píldora, líquido y polvo, generalmente sin ningún tipo de información sobre su potencia o pautas de dosificación. En algunos casos, se agrega a otras drogas, incluidos otros opioides y cocaína fabricados ilegalmente, sin que los consumidores lo sepan.
Debido a que el fentanilo es potente, consumir incluso una pequeña cantidad sin supervisión médica puede provocar una sobredosis.
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