Los puertorriqueños no podemos seguir aceptando esta tortura, este maltrato, esta deshumanización en nuestro país. Vamos a romper el silencio.
Por: Luis Penchi
La declaración de los seis obispos católicos de la Conferencia Episcopal Puertorriqueña sobre el tema de la crisis de salud en la isla, ha sido catalogada como "histórica" por el Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico al destacar que tal carta pastoral ha sido reseñada con prominencia por el portal oficial de la Santa Sede.
Vatican News publicó la carta en la que la Iglesia puertorriqueña une por primera vez su voz a la de los que claman que se detenga la fuga de médicos especialistas, enfermeras y enfermeros. En la carta, los prelados advierten que este tema no es uno marginal a la proclamación del Evangelio porque es esencial en la sociedad de los hombres, y ellos son "el camino primero y fundamental de la Iglesia".
Las aseguradoras médicas como responsables
El foro Vatican News que junto a Vatican Radio y el Observado Romano, conforman los medios de comunicación oficial de la Santa Sede, cita a los obispos confirmando la data de que desde el 2018 la Isla ha perdido 14.000 médicos, lo que representa el 50 % de los galenos.
Los obispos llaman la atención específicamente a la pérdida de cardiólogos, cirujanos de cabeza y cuello, pediatras, médicos de medicina deportiva y generalistas. Los prelados apuntan a las aseguradoras médicas como responsables de no querer contratar a médicos recién graduados y pagar bajas tarifas de manera muy lenta.
La Conferencia aborda también el tema de las residencias médicas, que se han ido limitando desde que el Gobierno de la Isla privatizó la llamada "industria de la salud", con lo que las facilidades de educación y entrenamiento especializado comenzaron a reducirse dramáticamente. Los obispos estiman que se debe considerar seriamente el tema de las acreditaciones "criollas".
Emergencia nacional y crisis en el sistema sanitario de Puerto Rico
Los principales líderes de la Iglesia, respaldan las quince propuestas del Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico y la reclamada declaración de parte del Gobernador, Pedro Pierluisi, de una emergencia nacional en torno a la crisis en el sistema sanitario nacional.
La Conferencia endosó en ese sentido que los médicos tengan ventajas contributivas en sus primeros años de carrera; que estén exentos del pago de patentes municipales, que se les subsidie el pago de los seguros de impericia, que se igualen las tarifas pagadas a proveedores locales con las del sistema estadounidense de Medicare, que se aceleren los pagos de los planes médicos y se abran más plazas de residencias médicas.
Los obispos fueron puntuales al pedirle a la Junta de Supervisión Fiscal que maneja las finanzas del gobierno, no poner por encima de la salud, los intereses de bonistas y acreedores. También, demandaron al gobernador que atienda con energía los reclamos del Colegio de Médicos Cirujanos, y a la Legislatura, que redacte leyes a tono con estas ideas.
Profesionales de la salud reciben un salario inadecuado en Puerto Rico
Los prelados ruegan en su carta a los médicos que se queden en Puerto Rico y a los hospitales, que establezcan un fino balance entre sus intereses económicos y la causa de la salud o la medicina. Por otro lado, reclaman a los planes médicos y aseguradoras privadas de la isla que pongan en el centro de su operación al pueblo, porque de lo contrario están arriesgando muchas vidas humanas.
Papa Francisco y no ser cómplices de "la tortura del silencio"
La Conferencia reconoce el riesgo de que se vea la crisis explicada como parte de un debate político e ideológico y subrayan que ellos la están viendo como una aplicación de la Doctrina Social de la Iglesia, mirada desde el Evangelio de Cristo. La llaman en ese sentido una "crisis multifactorial" y abogan claramente porque se pague mejor a los profesionales de la salud que reciben un salario inadecuado.
Los obispos boricuas citan al Papa Francisco para reclamarle a los gobernantes y a los ciudadanos que no sean cómplices de "la tortura del silencio". Es necesario, dice Francisco: "Comprometerse en favor de una asistencia, que junto al tradicional modelo biomédico, se enriquezca con espacios de dignidad y de libertad, lejos de la cerrazón y de los silencios, la tortura de los silencios".
Porque, como dice el Papa, el silencio muchas veces se convierte en una tortura. Los puertorriqueños no podemos seguir aceptando esta tortura, este maltrato, esta deshumanización en nuestro país. Vamos a romper el silencio.
Empecemos por los medios de comunicación, proclamemos las verdades en medio de las comunidades, dentro de los hospitales, oficinas médicas y laboratorios. Hablemos con claridad sobre esta crisis dentro del seno de nuestras familias, en la escuela y las universidades. Reclamemos a los políticos sinceridad y propuestas puntuales, no más discursos engañadores llenos de lugares comunes.
Señor Pierluisi, señores legisladores, Señora Comisionada Residente: no más silencio, enfrenten la verdad. Terminemos con la tortura.