Estudio busca demostrar de manera empírica la necesidad de que, tal vez en un futuro cercano, la intervención psicológica entre esta población sea parte del cuidado gestacional
Estudio busca demostrar de manera empírica la necesidad de que en un futuro cercano, la intervención psicológica entre esta población sea parte del cuidado gestacional
Marianela Rodríguez, psicóloga clínica del Departamento de Salud.Belinda Z. Burgos
Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
No solo el impacto emocional en la población general la pandemia mundial ha deteriorado la salud mental de la población debido a la fragmentación radical de las relaciones sociales, sino que sin piedad temeraria se ha antepuesto en la psiquis emocional de aquella madre que aguarda una nueva generación en su vientre.
Así lo comunican los datos preliminares de un estudio en la Isla que busca evaluar el impacto emocional del COVID-19 en la población de mujeres embarazadas del País, a cargo de las doctoras Karen Martínez, catedrática del Recinto de Ciencias Médicas (RCM), Marianela Rodríguez, psicóloga clínica del Departamento de Salud y Zilkia Rivera, psicóloga de la Unidad Intensiva de Neonatología del Hospital Universitario.
El estudio, que busca encuestar a 200 mujeres en estado gestacional en la Isla a partir de marzo de este año o que hayan tenido, precisamente busca demostrar de manera empírica la necesidad de que, tal vez en un futuro cercano, la intervención psicológica entre esta población sea parte del cuidado gestacional que reciba durante su embarazo como parte de la atención ginecológica-obstétrica en medio del escenario salubrista en el que se vive.
Aún más, en mujeres el estresor adicional a nivel emocional de tener un embarazo de alto riesgo o con neonatos que vengan con algún tipo de problema si un médico así lo haya confirmado.