Más de 826 sobredosis reportadas en Puerto Rico en 2024, expertos alertan sobre la letalidad del fentanilo y la implementación de estrategias de prevención para mitigar la crisis de salud pública en Puerto Rico.
Por: Laura Guio
En una entrevista exclusiva de la revista Medicina y Salud Pública a expertos y ejecutivos del gobierno de Puerto Rico específicamente miembros de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción, Carmen Bonnet Vazquez, administradora de ASSMCA, Juan Rivera Melendez, administrador auxiliar de prevención de ASSMCA y Victor Serrano, gerente de los proyectos de opioides, explican el panorama del consumo excesivo de fentanilo en Puerto Rico y cómo se ha abordado el tema desde la Administración.
Según la DEA, el fentanilo es un potente fármaco opiáceo sintético aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos para uso como analgésico (alivio del dolor) y anestésico. Es aproximadamente 100 veces más potente que la morfina y 50 veces más potente que la heroína como analgésico.
El fentanilo puede ser adictivo, especialmente cuando se usa de forma prolongada. Es una droga ilícita altamente peligrosa, ha estado presente en Estados Unidos y Puerto Rico durante más de una década, debido a que ha sido producida en complejos clandestinos, similares a laboratorios farmacéuticos, de forma ilegal. Estos sitios utilizan tecnología avanzada para crear la sustancia mediante la combinación de químicos.
Según Bonnet: "La primera vez que en Puerto Rico suceden tantos eventos, en el mismo sitio, tan consecutivos, así que inmediatamente nos activamos, no habíamos observado una tendencia como está particularmente en Arecibo" Refiriéndose a la reciente Ola de fallecimientos por sobredosis en Arecibo, en la cual en los últimos días, diez personas han muerto por sobredosis de fentanilo el cual estaba siendo combinado con otras sustancias, como xilacina, un relajante muscular de uso veterinario, y cocaína.
"El fentanilo por ser tan potente es una preocupación de salud pública, por lo letal que surge al consumirlo y que se está ligando con muchas sustancias, así que no solamente con este caso que sucedió en Arecibo, lo hemos estado trabajando como una emergencia desde que comenzaron a reportarse muertes por sobredosis en Puerto Rico" señaló la experta Carmen Bonnet.
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Perfil de las víctimas
La crisis no discrimina. Según Carmen Bonnet, Administradora de ASSMCA, el perfil de los afectados incluye a personas de diversas edades y profesiones. "No estamos hablando de un estereotipo; esto toca a cualquier familia y a cualquier ciudadano en Puerto Rico", comentó. Las edades de las víctimas varían desde los 18 hasta los 56 años, lo que subraya que el problema afecta a una amplia gama de la población.
De las 32 sobredosis reportadas en Arecibo, solo una involucró a una persona sin hogar, lo que refleja que tanto profesionales como consumidores ocasionales están en riesgo. Esta diversidad en el perfil de las víctimas subraya la urgencia de implementar medidas efectivas de prevención.
Estrategias de prevención y reducción de daños
Frente a esta alarmante situación, la ASSMCA ha puesto en marcha diversas estrategias de prevención. "Desde 2017, hemos estado trabajando para contener esta crisis, y gracias a programas de reducción de daños, hemos impactado a más de 20,000 estudiantes en dos años", afirmó Juan Rivera Meléndez, administrador auxiliar de prevención de ASSMCA.
Rivera explicó que estas estrategias buscan no solo informar a los jóvenes sobre los peligros del consumo de drogas no recetadas, sino también educar a los padres sobre la adecuada disposición de medicamentos caducados. Además, se han realizado esfuerzos para incrementar el acceso a la naloxona, un antídoto que puede revertir los efectos de una sobredosis de opioides, destacando su uso en eventos comunitarios y festivales.
Así mismo, Victor Serrano, el gerente de los proyectos de opioides, explicó otra estrategia que la agencia ha implementado para prevenir y reducir las sobredosis, a través de la distribución de tirillas de pruebas rápidas de fentanilo para que los consumidores puedan verificar si las sustancias que piensan consumir están contaminadas, entre 3 a 5 minutos la persona va a tener un resultado si esa sustancia está contaminada con fentanilo.
"Así que esa estrategia de reducción de daño permite que la persona que va a hacer un uso de sustancia tome una decisión informada de que si va a utilizar la sustancia, que por favor no lo consume solo o sola, que se asegure que haya Narcan disponible, que en el caso de una sobredosis, las personas que están a su alrededor conozcan cómo intervenir, conozcan cómo alertar inmediatamente al 911 o activar los medios de primera respuesta, primero porque queremos salvar vidas." Señala Serrano.
Dentro de las estrategias de prevención, se incluyen las estrategias de reducción de daño a las cuales se ha educado a la población, a través de adiestramientos, talleres, alcances comunitarios, diferentes actividades en diferentes escenarios para educar y hacer accesible la naloxona o Narcan (antídoto que revierte la intoxicación de opioides y la sobredosis).
De igual forma, según los expertos, el AMSHA ha implementado el PDMP ( Programa de Monitoreo de Medicamentos Controlados) para monitorear la dispensación de medicamentos controlados, como benzodiacepinas y opioides. Los datos muestran que:
· La mayor prevalencia de uso de estos medicamentos se encuentra en personas de 65 años o más.
· Existe riesgo de "pharmacy shopping" o "doctor shopping" (obtener medicamentos de múltiples fuentes).
· El PDMP ayuda a prevenir la dispensación de medicamentos duplicados y reduce el riesgo de adicción.
Las benzodiacepinas y opioides son medicamentos altamente adictivos, por lo que es crucial tomar precauciones al manejarlos. La retirada de estos medicamentos debe ser cuidadosamente gestionada para evitar que los adultos mayores, especialmente, busquen sustitutos ilegales.
Un llamado a la conciencia
Las estadísticas relacionadas con el consumo de fentanilo en Puerto Rico son alarmantes. Según los datos recientes de la ASSMCA, se han reportado más de 826 sobredosis este año, con una tasa de reversión del 96% gracias al uso de naloxona. Sin embargo, los números siguen siendo preocupantes, especialmente en las cárceles, donde se han registrado 155 muertes por sobredosis, de las cuales 121 están relacionadas con el fentanilo.
Estas cifras indican que hay más muertes por sobredosis de fentanilo que asesinatos en la isla, la necesidad de una respuesta coordinada y efectiva se vuelve imperativa. "Esto le puede pasar a cualquier persona que compre de manera ilícita cualquier sustancia", enfatizó Bonnet.
La situación en Puerto Rico es crítica, pero con la colaboración de la comunidad y la implementación de estrategias de prevención, hay esperanza para mitigar el impacto del fentanilo en la isla. La lucha contra esta crisis de salud pública requiere la atención y el compromiso de todos.