Científicos aseguran que los animales están llenos de patógenos que pueden afectar a los seres humanos y deben seguir investigando por medio de una red de vigilancia global para evitar futuras pandemias. Sin embargo, esto supone un nuevo reto para la comunidad científica.
Detectives de enfermedades buscan identificar virus letales antes de que se propaguen a través de poblaciones humanas y de esta manera prevenir la próxima crisis de salud pública.
Científicos aseguran que los animales están llenos de patógenos que pueden afectar a los seres humanos.Katherine Trujillo
Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
En septiembre del 2019 el gobierno de los Estados Unidos puso fin a la financiación del Proyecto Predict, una red de vigilancia global compuesta por 31 equipos de científicos que desde hacía diez años buscaban virus desconocidos capaces de saltar de animales a humanos y desatar una pandemia.
Estos estudios los realizan en todos los lugares del mundo, pero en especial en mercados de venta de carnes de animales exóticos o bosques arrasado por la agricultura. Es decir, en los puntos críticos donde los humanos y la vida silvestre se entremezclan.
Desde su creación tras el brote de gripe en 2005, la iniciativa había identificado más de mil nuevos virus, una fracción de los 827 mil patógenos que se cree que circulan en poblaciones animales con el potencial de causar una crisis en el mundo.
El 7 de enero del 2020, investigadores chinos anunciaron el descubrimiento de un nuevo tipo de coronavirus, responsable de los casos de neumonía en la ciudad de Wuhan. Lo que siguió y sigue pasando es una pandemia.
Los investigadores buscan comprender si estos virus tienen la capacidad de infectar células humanas. Los expertos consideran que cuando antes se tenga secuenciado el genoma de un virus, más rápido se puede enviar esa información a los desarrolladores de vacunas. Así la pandemia no puede afectar tanto como sucedió con el COVID-19.
Casi dos tercios de las enfermedades humanas se originan en los animales, el mundo animal con el que se interactúa está repleto de patógenos que el sistema inmunitario nunca ha experimentado. Solo basta que uno de estos se filtre sin ser detectado para provocar una crisis como la provocada por el virus del Nilo Occidental, SARS, MERS, Ébola y la pandemia actual de la COVID-19.
La mayoría de las personas piensan que el salto de un virus de animales a humanos solo ocurre en lugares exóticos o remotos como en las selvas pero no es verdad, según los investigadores. Desde su perspectiva, el sistema de vigilancia debe prestar atención a lo que ocurre en todas partes del mundo. Cualquier tipo de interacción entre humanos y animales presenta cierto tipo de riesgo, por esto se debe preparar ya para las próximas pandemias.