Las muertes por tuberculosis en Europa aumentan tras disminuir durante casi dos décadas alcanzando las 27.300, un leve incremento respecto al año anterior, atribuible a la pandemia de COVID-19
Por: Laura Guio
Este repunte marca el fin de una tendencia a la baja que se había mantenido durante casi dos décadas, ya que los esfuerzos de prevención y tratamiento habían logrado reducir los casos y muertes de manera constante.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el aumento en las muertes se debe principalmente a la interrupción de los servicios de salud y los retrasos en los diagnósticos provocados por la pandemia de COVID-19, lo que resultó en una mayor gravedad de los casos y un aumento asociado de las muertes.
Sumado a eso, la propagación de cepas de tuberculosis resistentes a los medicamentos ha complicado aún más la situación. Rusia y Ucrania fueron los países más afectados, con unas 4.900 y 3.600 muertes respectivamente.
Factores de riesgo y diagnóstico de la tuberculosis
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis, que generalmente afecta a los pulmones, aunque también puede dañar otros órganos como los riñones, la columna vertebral o el cerebro.
Se transmite principalmente a través del aire cuando una persona infectada tose, estornuda o incluso habla. Aunque es posible contraerla al compartir utensilios con personas infectadas, este es un caso menos común.
La enfermedad es más frecuente en personas con factores de riesgo como desnutrición, VIH, consumo de alcohol, tabaquismo y diabetes, que comprometen el sistema inmunológico y facilitan la propagación de la bacteria.
Se estima que un tercio de la población mundial está infectada con la bacteria de la tuberculosis, pero solo un 10% de estas personas desarrollarán la enfermedad. Los síntomas incluyen tos intensa que dura más de dos semanas, dolor en el pecho, tos con sangre, fiebre, sudores nocturnos, debilidad y fatiga.
Para su diagnóstico, se utiliza la prueba de la tuberculina, también conocida como la prueba de Mantoux, que se complementa con radiografías de tórax y análisis de esputo. Detectar la tuberculosis de forma temprana es crucial para iniciar el tratamiento adecuado y evitar complicaciones graves.
Un llamado urgente para erradicar la tuberculosis en Europa para 2030
La OMS ha instado a los países europeos a aumentar sus esfuerzos para erradicar la tuberculosis en el continente para el año 2030. A pesar de los avances en la lucha contra la enfermedad, los recientes aumentos en los casos y las muertes demuestran que aún hay mucho por hacer.
La organización ha subrayado la importancia de aprovechar las nuevas tecnologías para acelerar el diagnóstico de la tuberculosis, como los diagnósticos moleculares rápidos, y de mejorar los regímenes de tratamiento y prevención, haciéndolos más accesibles y eficaces.
Así mismo, la OMS ha señalado que las soluciones digitales innovadoras pueden jugar un papel clave en la mejora del acceso a la atención y en el seguimiento de los pacientes, especialmente en áreas rurales y de difícil acceso.
La meta es clara: acabar con la epidemia de tuberculosis en Europa para 2030. Para lograrlo, será necesario un compromiso renovado y coordinado entre todos los actores involucrados, tanto a nivel nacional como internacional, con el fin de garantizar un futuro libre de esta enfermedad mortal.