Escleritis, glaucoma, Sjögren: así es como la artritis afecta la vista

Se asocia mucho la inflamación de las articulaciones con artritis, sin embargo, no suele relacionarse esta enfermedad con la inflamación ocular

Por: María Camila Sánchez


En su mayoría, las personas asocian la inflamación de algunas articulaciones con artritis, por lo que no piensan que por culpa de esta se pueda  desarrollar una inflamación en los ojos pues por lo regular se espera que se desarrollen en otras partes del cuerpo y no como en estos casos en los ojos.

Cualquier trastorno inflamatorio que afecta el colágeno, componente principal del tejido conectivo, puede dañar la esclera (esclerótica), la capa externa blanca del ojo y la córnea que permite el paso de la luz, pues están básicamente formadas por colágeno.

Estos son seis trastornos relacionados con diversos tipos de artritis:

Síndrome del ojo seco (queratoconjuntivitis seca, xeroftalmia)

El ojo por diversas razones, incluyendo la ingestión de algunos fármacos o por daño en las glándulas productoras de lágrimas, es incapaz de mantener una adecuada película de humedad que lo cubra. Esta película no sólo lubrica al ojo, sino que también lo protege de partículas externas y es necesario para una buena visión.

La resequedad, y en ocasiones la sensación de un cuerpo extraño en el ojo, la visión también puede ser borrosa estos son los síntomas que podrá notar. Si la córnea empieza a secarse no puede proteger debidamente el ojo, esto podría ocasionar infecciones o cicatrización corneal.  

El síndrome de ojo seco es la manifestación oftalmológica más común en los pacientes con artritis reumatoide. Las mujeres son las más afectadas con este padecimiento.

En los pacientes con síndrome de Sjögren controlar la inflamación con los medicamentos que actualmente tome para la artritis podrá ayudarle, pero tal vez necesite añadir algún otro medicamento tópico, lágrimas artificiales o gotas inmunosupresores como ciclosporina para conservar la humedad ocular.

Escleritis (inflamación de la esclerótica)

La esclera, la parte blanca del ojo, se inflama debido a procesos inflamatorios provocando que esta o la córnea adelgacen, lo cual hace susceptible a traumas menores que pueden romperlas.

Los síntomas de esta afección son el enrojecimiento que no responde a tratamientos con gotas de estantería libre como viene, el dolor agudo y profundo, hipersensibilidad a la luz y a veces deterioro de la visión.  

En algunos casos el tratamiento para la escleritis pueden ser, gotas oftálmicas de corticosteroides para controlar la inflamación, pero a menudo el problema reside en el interior del ojo para ser tratado con tópicos. La escleritis por lo normal indica que la inflación es galopante, no solo en los ojos, sino en el resto del cuerpo, por esto es primordial mantener la artritis bajo control.

Uveítis

La úvea es la capa vascular del ojo que se encuentra entre las cubiertas del ojo que son la retina y la esclerótica. Dolor, enrojecimiento, visión borrosa e hipersensibilidad a la luz si esto no se controla, la uveítis puede desencadenar en pérdida de la vista.

Un buen manejo de la enfermedad para minimizar el riesgo de complicaciones, pero si nota síntomas de uveítis lo mejor es ir al médico. Las gotas de corticosteroides se usan como tratamiento inicial y si esto no funciona puede servir corticosteroides orales o inyectados; si es resultado de una infección se administra antibióticos.

Oclusión arterio- venosa de la retina (enfermedad oclusiva vascular retiniana)

Los pequeños vasos sanguíneos que sustentan la retina la capa interna del ojo sensible a la luz, se tapan o estrechan como ocurre durante un ataque cardiaco. La pérdida de visión como si se colocara una cortina en el ojo puede ser un síntoma pues si la vena está bloqueada, la pérdida de vista puede ser gradual.

Si la arteria ha sido afectada, el daño podría ser permanente pues no se conoce un tratamiento eficaz que restablezca la vista. Si se trata de una vena, la cirugía con rayo láser puede ayudar a reducir la inflamación y restaurar la visión.  

Glaucoma

Trastornos oculares que resultan en daño al nervio óptico, lo cual provoca pérdida de la vista. A menudo la causa es una alta presión dentro del globo ocular, aunque no siempre. En un ojo sano un líquido nutritivo en la parte frontal del ojo llamado humor acuoso fluye y se mantiene regulado mediante una válvula de drenaje conocida como red trabecular, si esta se inflama, la presión intraocular puede aumentar al punto de causar glaucoma.

Los síntomas del glaucoma puede aparecer en el dolor de ojos, vista borrosa o con manchas negras, halos como de arcoíris alrededor de las luces pueden ser los síntomas de esta enfermedad. En las primeras etapas no suele manifestarse los síntomas.

Los exámenes de la vista periódicos pueden identificar el problema en las etapas tempranas y mejorar el pronóstico. El tratamiento del glaucoma consiste en una combinación de gotas oftálmicas para reducir la presión intraocular. Si con esto no mejora, se puede recurrir a la cirugía para aumentar el flujo del humor acuoso y disminuir la presión.

Cataratas

La inflamación del globo ocular puede opacar el lente óptico que en condiciones normales debe ser claro y se conoce como catarata. Visión nublada o borrosa, disminución de la visibilidad nocturna, colores que parecen desteñidos son los síntomas que puede tener si tiene cataratas. Las cataratas se pueden operar en ese caso se saca el lente opaco y se reemplaza por uno sintético.



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