Conocer su sintomatología, y las diferencias entre las distintas condiciones reumatológicas permite generar un mejor diagnóstico de la mano del profesional de la salud.
Por: Pedro Felipe Cuellar
Lo más importante frente a cualquier tipo de condición médica, es la educación continua al paciente y a los médicos que se encargarán de estos pacientes, teniendo en cuenta la prevalencia actual que se presenta en Puerto Rico, con las diferentes condiciones reumatológicas, es necesario el apoyo entre las dos partes.
Con el paso del tiempo y el uso de la tecnología en la medicina, se ha incrementado los mecanismos de atención que poco a poco han mejorado la calidad de vida de los pacientes y, así mismo, han progresado los tratamientos que actualmente se tienen disponibles, mejorando la expectativa de vida y remisión.
Pero esta mejoría, es también un compromiso de los pacientes; de ellos deriva la sintomatología y es así como se puede llegar a un diagnóstico. Actualmente, se cuenta con facilidades tecnológicas que permiten llevar un control sobre lo que ha venido presentando antes de llegar a su cita con el especialista o el profesional primario, que pueda orientar, ya que:
“Debido a la escasez de especialistas, y a que a veces los pacientes deben esperar 3 o 4 meses por la cita, porque no damos abasto”, afirma la Dra. Paloma Alejandro, Reumatóloga del Soto-Raíces Mindful Rheumatix & Medical Research Group. Este acompañamiento de los médicos primarios, es vital para que hagan ese primer acercamiento e identificación de síntomas, además de generar un examen completo con pruebas diagnóstico.
“Al menos empezar algún tratamiento antiinflamatorio, aunque puede ser una navaja de doble filo para que, cuando lleguen con el especialista, sea cuestión de empezar al paciente en el tratamiento inmediatamente”, confirma la especialista.
Al paciente llevar este control que luego comparta con el profesional, sobre sus síntomas, facilita el proceso de diagnóstico, tratamiento y remisión, complementa Griselle Lugo, Directora Ejecutiva de la Fundación FER.
Existen parámetros determinados por el Colegio Estadounidense de Reumatólogos, que estipulan la sintomatología específica para poder generar un diagnóstico acertado de la condición reumatológica que se esté presentando ya sea:
Artritis Reumatoide
Osteoartritis
Gota (artritis inflamatoria)
Artritis Psoriásica
Espondilitis Anquilosante
Fibromialgia
Lupus
Se debe tener claridad a la hora de evaluar la sintomatología por parte de los médicos primarios o especialistas, puesto que se pueden llegar a confundir las diferentes características de estas condiciones.
“La pregunta más común de los pacientes viene de que confunden osteoartritis con otro tipo de artritis como reumatoide, y a veces es muy simple explicarle al paciente las diferencias entre estas porque, lamentablemente, para unas hay más tratamientos disponibles que para otros tipos de artritis”, confirma la Dra. Paloma.
Artritis reumatoide
Se cree que es autoinmune y sistémica, implica inflamaciones crónicas de la membrana sinovial dentro de las articulaciones, que se presenta en múltiples articulaciones diferentes en ambos lados del cuerpo. Esta condición puede envolver otros órganos como:
Corazón
Pulmones
Riñones
“Puede darte riesgos cardiovasculares equivalentes a la diabetes mellitus”, así sostiene la Dra. Alejandro, quien además exhorta a la búsqueda de información y a la educación de pacientes frente a este tipo de condiciones, puesto que, “lamentablemente en la Isla hay mucha predisposición de estas otras comorbilidades que aumentan los riesgos de morir de un ataque al corazón”, u otras condiciones, confirma la especialista.
Así mismo, hay que entender que no todos los casos de artritis son inflamatorios; esto permite entender más cómo se tratan, se diagnostican y se les hace frente. Dentro de las condiciones inflamatorias relacionadas con la artritis, se encuentra la artritis psoriásica, que presenta síntomas como dolor, rigidez e hinchazón de las articulaciones; pero también se pueden presentar situaciones como:
Dedos hinchados de las manos y los pies;
dolor en el pie;
dolor en la región lumbar de la espalda;
cambios en las uñas;
inflamación ocular.
“Cada artritis tiene un tratamiento diferente, y es importante diferenciar qué es una artritis inflamatoria de una osteoartritis, porque sí hay tratamientos novedosos y que pueden cambiar el patrón de la condición especialmente en las condiciones inflamatorias como reumatoide, psoriásica y espondilitis anquilosante”, concluye la Dra. Alejandro, y exalta la importancia de tener un tratamiento que se ajuste y que sea crónico, puesto que estas condiciones así lo ameritan.
Vea la entrevista completa: