La esquizofrenia está asociada con una sobreactividad de la dopamina en ciertas áreas del cerebro, como el sistema mesolímbico, que está relacionado con las emociones.
Por: Laura Guio
En una conversación exclusiva de la revista Medicina y Salud Pública con el Dr. William Lugo, Director Médico del Hospital San Juan Capestrano, se aborda la esquizofrenia, sus últimos avances en diagnóstico, tratamiento, y la importancia de la intervención temprana.
La esquizofrenia, aunque afecta a un porcentaje relativamente bajo de la población, tiene un impacto profundo tanto en quienes la padecen como en los sistemas de salud pública.
Según el Dr. William Lugo, "La esquizofrenia ocurre en un 1 a 2% de la población general. No es un porcentaje alto cuando uno lo escucha. Sin embargo, el costo estimado en salud pública a nivel mundial ronda los billones. ¿Por qué? Porque estas son personas que padecen de un trastorno de pensamiento."
El Dr. Lugo explica que los pacientes con esquizofrenia no solo enfrentan alteraciones en su pensamiento, sino que también experimentan una serie de síntomas que afectan su funcionalidad, lo que lleva a un consumo elevado de recursos del sistema hospitalario y de salud.
"Es una de las condiciones más severas en cuanto a la salud mental, y, como siempre lo decimos a los pacientes, los medicamentos son de por vida. Es como si fuese una diabetes, como si fuese un hipotiroidismo", señala el Dr. Lugo.
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Criterios del DSM-5: Diagnóstico y diferencias con otros trastornos psicóticos
El diagnóstico de esquizofrenia, según el DSM-5, —Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales — se basa en la presencia de síntomas tanto positivos como negativos.
Los síntomas positivos incluyen alucinaciones y delirios, mientras que los negativos se refieren a la apatía, la falta de emoción y la desorganización en el pensamiento. El Dr. Lugo explica que "los síntomas negativos son los síntomas de apatía. Yo no quiero estar con las personas, estoy bien apático, no disfruto de las cosas como antes (...) se ven aplanados, se ven que no tienen ningún tipo de emoción."
Además, el Dr. Lugo hace énfasis en la importancia de un buen historial psiquiátrico: "Un buen historial, buscar bien esos signos y síntomas y buen colateral es bien importante, además de historial familiar, sabemos que estas condiciones son genéticas."
De igual forma, es un proceso que requiere observar una pérdida significativa en el funcionamiento normal de la persona durante un período prolongado, normalmente más de seis meses.
Avances genéticos y la conectividad cerebral
El estudio de la genética y la conectividad cerebral ha avanzado significativamente, aunque aún no se ha logrado identificar un gen específico para la esquizofrenia. "Sabemos que cuando hay algún familiar con algún diagnóstico de psicosis, hay altas posibilidades de que esto siga ocurriendo", menciona el Dr. Lugo.
En cuanto a los neurotransmisores clave en la esquizofrenia, el Dr. Lugo destaca el papel de la dopamina, el glutamato y la serotonina en la fisiopatología de la enfermedad. "En 1900, se descubre un anestésico que mejora la psicosis de los pacientes, y se empieza a estudiar este medicamento, la Torazina, lo que nos lleva a la teoría de la dopamina", explica el especialista.
La dopamina juega un papel clave en la esquizofrenia, con su hiperactividad relacionada con los síntomas positivos (alucinaciones y delirios) y su hipoactividad asociada a los síntomas negativos (apatía y anhedonia).
Los antipsicóticos de primera generación bloquean los receptores de dopamina para controlar los síntomas positivos, pero causan efectos secundarios. Los antipsicóticos de segunda generación regulan la dopamina en diversas áreas y afectan neurotransmisores como la serotonina, tratando tanto los síntomas positivos como negativos.
¿Cuáles pueden ser estos efectos secundarios?
"Movimientos extrapiramidales, los pacientes pueden tener acatisia, pueden tener distonía tardía, pueden tener parkinsonismo y pueden tener, y movimientos involuntarios, ¿verdad? Los vemos con movimientos en la lengua, constantemente, en el cuello, no se pueden estar quietos o con mucha rigidez. Por eso, entonces, y aún así, veíamos que el paciente no alucinaba, no obstante, no era funcional." Explica el especialista sobre los efectos de los antipsicóticos de primera generación.
Con respecto a los de segunda generación "que trabajan con serotonina y dopamina que ocasionan síndrome metabólico. Muchos de ellos han sido asociados con desarrollo de diabetes de nuevo, hipertensión, dislipidemia y todas las consecuencias que estos pueden traer." Señala.
Actualmente, los investigadores se encuentran de nuevo en la fase de exploración, buscando formas más efectivas de regular la dopamina, evitar los efectos secundarios y tratar tanto los síntomas positivos como negativos. Los medicamentos disponibles en la actualidad, cabe destacar, sí son efectivos.
De igual forma, los tratamientos basados en la modulación de otros neurotransmisores como el glutamato y el GABA, que podrían complementar los efectos de la dopamina en el tratamiento de los síntomas negativos y mejorar el funcionamiento cognitivo.
El rol de la tecnología y las nuevas terapias
El avance en la neuroimagen funcional, los estudios genéticos y la evolución de los tratamientos farmacológicos han marcado la diferencia en el manejo de la esquizofrenia.
"Los últimos avances nos han ayudado a desarrollar nuevos medicamentos, donde ya estamos viendo que ahora estamos a través de los receptores de muscarínico, que es otro tipo de receptor regulando dopamina. Así que estas neuroimágenes con función, estos PET scan, estas neuroimágenes que ven funcionamiento en el cerebro, podemos ver los tractos de dopamina y ver de qué otra manera podemos regular la dopamina que no sea a través de ella misma porque ya hemos observado que causa otro tipo de problemas." Añade Lugo.
Además, resalta la importancia de los tratamientos farmacológicos, que van más allá de la dopamina, como los que se centran en la serotonina y el glutamato, buscando minimizar los efectos secundarios y mejorar la calidad de vida del paciente.
El manejo de la esquizofrenia también requiere un enfoque integral que incluya intervenciones psicosociales. El Dr. Lugo destaca la importancia de la rehabilitación cognitiva y la terapia cognitivo-conductual y familiar.
"La familia juega un rol importantísimo, porque estos pacientes se van a desorganizar, van a perder el contacto con la realidad y tener este familiar que los puede ir orientando es de suma importancia." Concluye el Dr. Lugo.