El pellizcado cutáneo patológico suele iniciar en la adolescencia, aunque también puede empezar en otras edades.
Por: Mariana Mestizo Hernández
La dermatilomanía, conocida también como trastorno de escoriación, escoriación neurótica, pellizcado cutáneo patológico, pellizcado cutáneo compulsivo o escoriación psicogénica, es un trastorno caracterizado por un impulso repetitivo y compulsivo de rascarse o pellizcarse la piel.
Las personas con este trastorno se pellizcan o arañan la piel repetidamente. No lo hacen para eliminar un grano o una mancha que consideran poco atractiva, como sucede en el trastorno dismórfico corporal, ni como signo de enfermedad. Algunas personas se pellizcan piel sana, mientras que otras se arrancan callos, espinillas o costras.
El pellizcado cutáneo patológico suele iniciar en la adolescencia, aunque también puede empezar en otras edades. Entre el 1 y el 2% de la población sufre este trastorno, siendo las mujeres aproximadamente el 75% de las personas afectadas.
¿Cuáles son las zonas del cuerpo que más afecta este trastorno?
Esta condición puede llevar a la formación de heridas cutáneas debido al rascado y pellizcado constante en áreas específicas del cuerpo.
Las zonas más comunes de enfoque incluyen el rostro, los brazos, las piernas, la espalda, las encías, los labios, los hombros, el cuero cabelludo, el pecho, el estómago y las extremidades, incluyendo las uñas y las cutículas. En casos más graves, las personas pueden recurrir a pinzas o agujas para llevar a cabo estas acciones compulsivas.
La dermatilomanía está vinculada a factores emocionales
La dermatilomanía se manifiesta con frecuencia en episodios a lo largo del día, con sesiones de rascado y pellizcado que pueden extenderse durante horas. Por lo general, los pacientes suelen reaccionar de esta manera como respuesta a fuertes estímulos emocionales como el enojo, la ansiedad, la tristeza y el aburrimiento, así como a la presencia de irregularidades o defectos en la piel, como el acné.
Consecuencias de la dermatilomanía
Las consecuencias de la dermatilomanía pueden ser significativas. Las lesiones cutáneas resultantes pueden dar lugar a la evitación social y afectiva, llevando a un aislamiento progresivo. Además, el rascado y el pellizcado pueden aumentar el riesgo de infecciones, incluida la celulitis, lo que agrava aún más el impacto en la salud cutánea.
Tratamiento
El tratamiento para la dermatilomanía requiere un abordaje multidisciplinario. Se recomienda una evaluación médica por parte de especialistas en psicología y dermatología.
El enfoque psicológico puede incluir:
- Terapias individuales, como psicoterapia
- Hipnosis clínica
- Técnicas de integración cerebral.
Por otro lado, el tratamiento dermatológico variará según la gravedad de las lesiones, lo que puede implicar enfoques médicos específicos.