Los programas específicos y grupos de apoyo, forman parte del tratamiento fundamental de estos pacientes.
Por: Mariana Mestizo Hernández
En festividades, la cultura latinoamericana suele mostrar ciertos niveles de indulgencia, como el consumo de bebidas, tabaco o el uso de algunas sustancias, lo cual podría afectar la adherencia al tratamiento de aquellos que lo necesiten.
"Nos permitimos los excesos, porque pensamos, 'se está acabando el año, son los últimos que voy a tener ya el año que viene después de Reyes lo voy a cambiar' y es algo, que a través de los años en Puerto Rico y particularmente aquí en el el Hospital San Juan Capestrano, lo hemos visto y vivido", manifestó el Dr. William Lugo, psiquiatra y Director Médico del Hospital San Juan Capestrano.
El especialista indicó que durante estas épocas festivas, las personas tienden a dejar de lado sus preocupaciones relacionadas con la salud mental. Sin embargo, una vez que concluyen las Festividades de la Calle San Sebastián, aseguró que nota un aumento en el número de pacientes que informan haber experimentado recaídas.
Recaídas cíclicas
"Esto es algo común y cíclico, que vemos a través de la historia. La jovialidad del puertorrqueño, las fiestas, permiten acogerse a unos feriados de medicamentos en donde el paciente dice 'no me lo voy a tomar hoy, porque quiero disfrutar' pero es importante tener en cuenta que los medicamentos psiquiátricos regulan unos niveles en el cerebro y por dejarlos de tomar estos niveles pueden bajar y entonces estamos poniendo en juego la salud mental", agregó el galeno.
El psiquiatra señaló que si un paciente enfrenta problemas con el alcohol o el uso de sustancias, es probable que no limite su consumo a cantidades moderadas. Destacando que, en realidad, el alcohol y las sustancias no son necesarios para disfrutar, y subraya la importancia de aprender a disfrutar por sí mismos.
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Tipos de dependencia
Al abordar el uso de sustancias, el Dr. Lugo distingue dos tipos de problemas: la dependencia fisiológica, caracterizada por el cuerpo que demanda la sustancia y presenta síntomas como ansiedad, taquicardia, sudoración y dolor muscular, dependiendo del tipo de sustancia consumida por el paciente. Además, destaca la dependencia psicológica, que se manifiesta cuando el cerebro asocia momentos específicos para el consumo de sustancias.
"Aquí en el Hospital San Juan Capestrano, trabajamos la parte fisiológica, en donde esta persona que tiene un uso de sustancias se trabaja con un detox para que el cuerpo ya no necesite, por otra parte, la dependencia psicológica, que puede llegar a ser más difícil, contamos con unas clínicas de intensivo ambulatorio, tenemos 5 alrededor de la Isla, van a estar con un consejero en adicciones y otras personas que van a poder identificar estos problemas y detonantes, es un trabajo continuo que dura aproximadamente tres meses", añade.
El experto llega a la conclusión de que es fundamental reconocer la posibilidad de recaídas en el uso de sustancias por parte de las personas. Además, hizo hincapié en la importancia de contar con grupos de apoyo, donde se pueda explicar que el consumo de sustancias no es necesariamente equivalente a pasar un buen momento.
Asimismo, subraya que, a medida que la persona participe en estos grupos y comprenda esta perspectiva, irá progresando gradualmente. Añade que evitar la exposición a situaciones propicias para el consumo puede ser útil, aunque no constituye la única respuesta. Enfatizando que, en conjunto con programas específicos, se fortalecerá psicológicamente a la persona, capacitándola para tomar decisiones más saludables.