Experto comparte claves para lograr la optimización del tratamiento farmacológico del trastorno depresivo mayor.
Por: Luisa Ochoa
El manejo terapéutico de la depresión mayor representa todo un reto para los profesionales de salud mental debido a que cada caso debe ser individualizado acorde a los síntomas que presenten los pacientes y sus respuestas a ciertas terapias farmacológicas.
De acuerdo con el Dr. Edgardo Prieto, presidente de la Academia de Psiquiatría de Puerto Rico, los rasgos de depresión mayor y la gravedad de los síntomas de los pacientes influyen directamente en el abordaje de la condición. Por lo general se incluye la psicoterapia y farmacoterapia en la mayoría de los casos.
La terapia farmacológica no suele tener efectos inmediatos
Dentro de la farmacoterapia existen múltiples opciones conocidas como los antidepresivos, que incluyen los inhibidores de la recaptación de serotonina, antidepresivos atípicos, tricíclicos, inhibidores de la monoaminooxidasa y otros medicamentos.
El experto menciona que estos medicamentos no suelen generar cambios repentinos durante los primeros días, por lo que la terapia se debe mantener por un tiempo prolongado para ver sus efectos.
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"Los medicamentos antidepresivos y para la ansiedad son medicamentos que no funcionan en el momento, hay que darles entre 14 a 21 días de uso continuo para ver si el paciente está respondiendo o no al tratamiento", afirmó.
Precisamente, al ingerir medicamentos sin ver un efecto inmediato o en el caso contrario, ver una disminución de síntomas en unas pocas semanas causa que muchas veces los pacientes quieran abandonar el tratamiento.
Abandonar el tratamiento antes de lo prescrito puede empeorar la depresión mayor
"El problema con los cuadros de depresión es que muchas veces los pacientes no entienden que aunque se sientan bien tienen que seguir con el tratamiento. Las guías establecen que se debe seguir el tratamiento un año".
El proceso de cumplir a cabalidad con la farmacoterapia hace parte de la optimización del tratamiento de la depresión mayor. Por lo general, primero se identifican los síntomas de los pacientes, se comienza el tratamiento psicológico y farmacológico y se busca llegar a una remisión.
"La remisión de síntomas es cuando el paciente esté igual a como estaba antes de tener la condición; que su nivel de funcionamiento sea adecuado, que su nivel de ansiedad sea normal y que esos síntomas que lo han llevado a estar incapacitado hayan remitido".
La mayoría de pacientes suelen pasar por varias líneas de medicamentos hasta encontrar la que más se ajuste a sus necesidades. Este proceso puede ser extenso mientras el cuerpo se adapta a los efectos secundarios y logre la disminución de los síntomas depresivos.
(Vea también: "Aproximadamente el 20 % de la población presentan cuadros de depresión mayor", Dr. Prieto)
Fuentes médicas como Mayo Clinic refieren que los rasgos hereditarios influyen en cómo afectan los antidepresivos. En algunos casos, los resultados de las pruebas genéticas pueden ofrecer indicios sobre el modo en que el cuerpo podría responder a un antidepresivo específico.
"Siempre hay que personalizar los tratamientos. Pero para comenzar, es importante que los pacientes entiendan que esos cuadros de tristeza los están llevando a no funcionar adecuadamente y ahí es donde tienen que buscar ayuda", concluyó.