Las complicaciones asociadas a las luxaciones pueden hasta afectar diferentes sistemas, desde fracturas en el óseo, hasta incluso lesiones de vasos sanguíneos y nervios.
Por: Mariana Mestizo Hernández
En el ámbito de la traumatología, las luxaciones representan eventos que implican la separación total de los huesos que conforman una articulación. En situaciones de subluxación, los huesos de la articulación se encuentran parcialmente desplazados de su posición normal. Este fenómeno puede requerir intervención médica para su corrección, ya sea mediante la reducción manual o, en algunos casos, de forma espontánea.
Las articulaciones, elementos fundamentales del sistema musculoesquelético, constituyen una red compleja de huesos, músculos y tejidos conectivos. Este sistema confiere al cuerpo su estructura, estabilidad y capacidad de movimiento.
Tipos de luxaciones
Las luxaciones, al provocar la completa separación de los huesos articulares, pueden asociarse con diversas complicaciones que afectan otros tejidos del sistema musculoesquelético, tales como fracturas, esguinces, distensiones o roturas de tendones y ligamentos. La gravedad y el tratamiento necesario varían considerablemente según la localización y la intensidad de la luxación.
Las causas subyacentes de las luxaciones suelen estar vinculadas a eventos traumáticos, como caídas, accidentes de tráfico, lesiones por desgaste o actividades deportivas intensivas. Es importante destacar que algunos trastornos genéticos, como el síndrome de Ehlers-Danlos, pueden aumentar la predisposición a experimentar luxaciones y esguinces.
Síntomas característicos
Los síntomas característicos de las luxaciones incluyen dolor, hinchazón, pérdida de movilidad normal y, en ocasiones, hematomas. El diagnóstico implica evaluación médica, radiografías y, en algunos casos, resonancia magnética o tomografía computarizada.
Complicaciones
Las complicaciones asociadas a las luxaciones son variadas y pueden afectar diferentes sistemas, desde fracturas hasta lesiones de vasos sanguíneos y nervios. El tratamiento busca abordar cualquier complicación grave de manera inmediata, aliviar el dolor, proteger la articulación afectada, realinear los huesos desplazados y proporcionar la inmovilización necesaria para facilitar la curación.
Enfoque terapéutico
El enfoque terapéutico puede incluir analgésicos, inmovilización con férulas o yesos, y en algunos casos, procedimientos de reducción cerrada o abierta. El manejo adecuado contribuye a prevenir complicaciones a largo plazo, como la rigidez articular y la atrofia muscular.
Muchas luxaciones y lesiones se curan con éxito y causan pocas complicaciones. Sin embargo, algunas no se recuperan por completo, a pesar de un diagnóstico y tratamiento adecuados.
La recuperación varía según la edad
El tiempo de curación de una fractura varía según factores como el tipo y la ubicación de la lesión, la edad y otros trastornos presentes. Por ejemplo, los niños se recuperan más rápido que los adultos, y ciertos trastornos, como la diabetes, pueden ralentizar la cicatrización.A menudo, incluso después de la curación, hay molestias al realizar actividades y dolor en climas fríos. La inmovilización aumenta la rigidez articular y debilita los músculos.
Para prevenir la rigidez, se recomiendan ejercicios diarios, según las indicaciones del médico o fisioterapeuta. Después de la inmovilización, se inician ejercicios en la extremidad afectada, centrándose en la amplitud de movimiento y la fuerza muscular.
En personas mayores de 65 años, las luxaciones son más comunes debido a la propensión a caídas, relacionada con cambios en el equilibrio, visión y fuerza muscular. La recuperación es más lenta en este grupo debido a la menor fuerza y flexibilidad.
La inmovilización, especialmente en ancianos, puede causar complicaciones como coágulos sanguíneos, úlceras por presión y pérdida de tejido muscular. El tratamiento se centra en permitir que retomen sus actividades lo antes posible.
Es crucial reconocer la importancia de buscar atención médica urgente en casos de luxaciones evidentes, especialmente si se sospecha de complicaciones graves como la interrupción del flujo sanguíneo, daño neurológico o síndrome compartimental.
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