Un estudio que revisó más de 150 artículos científicos explica cómo los fallos en los procesos de reparación tisular, influenciados por factores biológicos y ambientales, pueden predisponer al desarrollo de cáncer, fibrosis y enfermedades inflamatorias.
Por: Laura Guio
El estudio destaca siete factores que pueden alterar la cicatrización de las heridas y aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades graves como el cáncer y la fibrosis. Entre ellos se encuentran:
1. Inflamación crónica: La inflamación persistente deteriora la reparación de los tejidos y puede favorecer el desarrollo de patologías crónicas, como el daño cerebral.
2. Estrés oxidativo: El exceso de especies reactivas de oxígeno daña los tejidos y acelera el envejecimiento celular, interfiriendo en los procesos de cicatrización.
3. Daño genético y epigenético: Alteraciones en el ADN debido a factores ambientales, como la radiación ultravioleta o los productos químicos, afectan la capacidad de reparación celular.
4. Obesidad: La obesidad dificulta la cicatrización, ya que altera los mecanismos metabólicos y de reparación de los tejidos, aumentando el riesgo de complicaciones.
5. Diabetes: Esta condición metabólica también interfiere en los procesos de reparación celular, favoreciendo una cicatrización deficiente.
6. Desequilibrio en la microbiota: Un desequilibrio en la microbiota intestinal o cutánea puede afectar negativamente la cicatrización, contribuyendo a un entorno inflamatorio.
7. Exposición continua a golpes o trauma: La constante agresión o trauma en la zona de cicatrización dificulta su adecuada rehabilitación, lo que incrementa el riesgo de anomalías en la regeneración celular.
Estos factores, combinados, pueden alterar los mecanismos normales de cicatrización, creando un ambiente favorable para el desarrollo de enfermedades crónicas y cáncer.
Impacto de factores ambientales y metabólicos
El estudio también señala la influencia de los factores metabólicos como la obesidad y la diabetes, que no solo alteran la cicatrización, sino que incrementan la probabilidad de desarrollar enfermedades graves.
Además, los desequilibrios en la microbiota intestinal o cutánea afectan los procesos de curación, favoreciendo la inflamación y el deterioro celular.
Los factores ambientales, como la exposición a contaminantes (microplásticos, humo, radiación), también desempeñan un papel crucial en la cicatrización deficiente. Estas exposiciones externas contribuyen al estrés oxidativo y dañan las células, elevando el riesgo de afecciones crónicas.
Nueva perspectivas para combatir el cáncer
Carlos Pardo, investigador principal y miembro de la Universidad Pompeu Fabra, destaca que este estudio ofrece una "nueva visión" del origen del cáncer, proponiendo que la cicatrización imperfecta puede ser tan relevante como las mutaciones genéticas para explicar el desarrollo de esta enfermedad.
Los investigadores sugieren que estrategias como el control de la exposición a contaminantes y un envejecimiento más activo pueden ser fundamentales en la prevención.
De igual forma, mencionan la importancia de implementar políticas públicas que reduzcan los contaminantes ambientales, como la contaminación del aire, microplásticos y sustancias químicas en la alimentación. Estas medidas podrían jugar un papel crucial en la prevención de enfermedades crónicas.
Así mismo, para combatir eficazmente el cáncer y otras patologías, es necesario seguir investigando en la mejora de los procesos de cicatrización y en el entendimiento de cómo factores externos e internos pueden desencadenar enfermedades. Este enfoque podría abrir nuevas posibilidades para tratamientos más efectivos y preventivos.
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