La investigación se ha centrado en identificar microARN circulantes que sirvan como marcadores del cáncer de tiroides metastásico.
Los investigadores descubrieron pequeñas secuencias de ARN circulantes no descritas hasta la fecha, que podrían ser específicas de las metástasis del cáncer de tiroides, no obstante, concluyeron que ningún microARN conocido es clínicamente relevante como marcador sérico.
De acuerdo a un estudio publicado en el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Cáncer (CIBERONC), los investigadores sugirieron que las nuevas moléculas de miARN pueden estar relacionadas con la patogénesis del cáncer de tiroides.
El trabajo ha sido dirigido por Garcilaso Riesco Eizaguirre, del programa de Mecanismos de Progresión Tumoral y del grupo liderado por María Pilar Santisteban del CIBERONC. El estudio contó con el apoyo de la Asociación Europea de Tiroides, que financió la estancia de la primera autora del trabajo, Jelena Jankovic.
Explican que un 20 por ciento de los pacientes con cáncer de tiroides presenta metástasis locorregionales o a distancia a pesar del tratamiento inicial. Actualmente, la tiroglobulina es el único marcador sérico disponible para detectar la presencia de metástasis. Sin embargo, en un tercio de los pacientes dicho marcador no sirve, por lo que se necesitan marcadores alternativos.
Los microARN circulantes son moléculas muy estables en la circulación sanguínea que han surgido como potenciales marcadores tumorales para diversos tipos de cáncer. En el cáncer de tiroides la evidencia era muy limitada hasta la fecha.
En este estudio se hizo una selección muy cuidadosa de los pacientes con cáncer de tiroides metastásico que llevó varios años debido a lo infrecuente de la enfermedad metastásica. Dicha selección y recogida de muestras se llevó a cabo por el servicio de Endocrinología del Hospital Universitario de Móstoles (Madrid).
El estudio se diseñó en dos etapas: una de descubrimiento mediante secuenciación masiva de pequeño ARN extraído del suero de los pacientes y una segunda etapa de validación utilizando dos técnicas de PCR cuantitativa para confirmar los resultados obtenidos.
Además, el estudio fue tanto transversal como longitudinal, comparando pacientes con y sin metástasis (transversal), y comparando la sangre del mismo paciente antes y después del estímulo con TSH recombinante humana (TSHrh) (longitudinal), estímulo que se utiliza en la práctica clínica para aumentar la sensibilidad del marcador.
“Inicialmente, los resultados fueron decepcionantes porque no vimos diferencias relevantes en los microARN conocidos, ni en el estudio transversal ni en el longitudinal, a pesar de tener un número de pacientes suficiente” según comenta Riesco Eizaguirre. Estos resultados negativos se confirmaron en el estudio de validación con dos técnicas diferentes de PCR cuantitativa. Los autores recalcan que “fuimos muy cuidadosos desde el punto de vista metodológico, empleando todos los controles posibles para asegurarnos de que cada paso del proceso se daba correctamente.” Controles que consistían en el uso de moléculas spike-in y microARN endógenos para asegurar la extracción adecuada de ARN, la eficiencia de la actividad polimerasa, la ausencia hemólisis y la normalización.
A pesar de estos resultados negativos, los autores observaron que la secuenciación masiva arrojaba diferencias significativas en la expresión de determinadas secuencias de pequeño ARN que según las predicciones bioinformáticas podrían ser microARN nuevos no descritos hasta la fecha. “Son secuencias que se elevaban tras estimular con TSHrh solo en pacientes con enfermedad metastásica, lo que les hace muy específicas”, según afirma el investigador principal.
Confirmaron que dichas secuencias se detectaban mediante PCR cuantitativa en el suero de una segunda cohorte de pacientes. Y reprodujeron estos resultados en tres líneas celulares derivadas de cáncer de tiroides humano estimulándolas con TSH. Además, gracias a la secuenciación masiva, detectaron microARN endógenos muy estables en la sangre de pacientes sin tiroides y que eran independientes de los niveles de TSH. Dichos microARN endógenos pueden servir a la comunidad científica como excelentes normalizadores para el estudio de pacientes en este contexto clínico.
En conclusión, el diseño del estudio es lo suficientemente exhaustivo como para concluir que los microARN circulantes conocidos hasta la fecha no sirven como marcadores moleculares para detectar metástasis en el cáncer de tiroides. Sin embargo, el descubrimiento de posibles microARN nuevos y específicos de las metástasis de esta enfermedad abre un nuevo camino muy prometedor.
Conoce el estudio completo aquí