Un nuevo estudio muestra resultados positivos de una respuesta inmunológica que podría ser benéfica en la inhibición de un cáncer estomacal
Por: Eduardo Najar
La ciencia continúa avanzando con el fin de combatir una de las patologías que más causa muertes a nivel mundial, el cáncer, mucho han sido los avances que se han dirigido al sistema inmune, recientemente la inmunoterapia un novedoso tratamiento en el que se usa el propio sistema inmune, del paciente y por medio de una estimulación se puede combatir a nivel celular las moléculas malignas, un método que ha sido usado en algunos tipos de cáncer.
Ahora un nuevo estudio está direccionado en el mismo principio, ya que por medio de la estimulación celular se logra que las estructuras inmunitarias se ubiquen en zonas de linfoides terciarias, con el fin de mejorar la eficacia de la quimioterapia desde una fase preclínica en el cáncer de páncreas.
“En general, la evidencia generada por el estudio apoya la idea de que la inducción de estructuras linfoides terciarias puede potenciar la actividad antitumoral de la quimioterapia, al menos en un modelo murino de adenocarcinoma ductal pancreático (PDAC). Una comprensión más detallada de la cinética de la estructura linfoide terciaria y su inducción, debido a múltiples factores del huésped y del tumor, puede ayudar a diseñar terapias personalizadas que aprovechen el potencial de la inmuno-oncología”, escribieron Francesca Delvecchio de la Universidad Queen Mary de Londres y sus colegas en Cellular and Gastroenterología y Hepatología Molecular.
Aunque el sistema inmune se ha comprobado que es eficaz para contrastar las células o tumores en el caso del cáncer, cuando se trata la malignidad desde el páncreas su eficacia no suele ser la misma, pues la zona tiene otros factores o moléculas que impiden un desempeño acorde de la terapia, por ende, se ha buscado métodos alternativos para continuar en la lucha de este tipo de cáncer abdominal.
“Analizaron muestras de tejido donado de pacientes para identificar la presencia de estructuras dentro del cáncer de páncreas humano sin quimioterapia. Las estructuras linfoides terciarias se definieron por la presencia de zonas de tejido ricas en células T, células B y células dendríticas. Se utilizaron técnicas de tinción para visualizar los diversos tipos de células en las muestras, revelando estructuras linfoides terciarias en aproximadamente el 30% de los microarrays de tejido y el 42% de la sección completa”, dice el estudio.
De igual manera los académicos estudiaron otra conformación que componen estructuras linfoides con el propósito de establecer qué elementos hacen que una quimioterapia en combinación con inmunoterapia puede aumentar las probabilidades de éxito en la erradicación de células malignas.
“Si bien las estructuras linfoides terciarias no estaban presentes inicialmente en el modelo murino preclínico, las células B y las células T se infiltraron posteriormente en el sitio del tumor después de la inyección de quimiocinas linfoides. En consecuencia, estas células se ensamblaron en las estructuras linfoides terciarias”, afirma el estudio.
Por otro lado, los investigadores combinaron la quimioterapia con gemcitabina con la quimiocina linfoide intratumoral y administraron este tratamiento combinado en los tumores ortotópicos, a su vez, observaron "infiltración de células inmunes alterada", que facilitó la inducción de estructuras linfoides terciarias y potenció la actividad antitumoral de la quimioterapia.
En los resultados hubo una reducción significativa en los tumores, un efecto que los estudiosos no encontraron después del uso de los tratamientos usados individualmente, es así cómo sostienen que la introducción de estructuras linfoides dentro de un tumor se relaciona con la activación de células dendríticas mediadas por las células B, procedimiento necesario para una respuesta inmunitaria efectiva.
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