El trasplante de médula ósea autólogo sigue siendo una de las mejores opciones para prolongar la estabilidad del paciente con mieloma múltiple.
Por: Mariana Mestizo Hernández
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el mieloma múltiple (MM) es un cáncer de la sangre que afecta a más de 170.000 personas cada año a nivel mundial. Es el segundo tipo más frecuente, después del linfoma no Hodgkin. A lo largo del tiempo, sus tratamientos han evolucionado significativamente, mejorando las opciones terapéuticas para los pacientes.
"La última década ha traído grandes avances en el tratamiento del mieloma múltiple, con el desarrollo de nuevas modalidades terapéuticas y la incorporación de medicamentos innovadores a los esquemas convencionales. Esto ha permitido que la respuesta al tratamiento en esta enfermedad sea más profunda y duradera, lo que representa un gran beneficio para los pacientes", afirmó la Dra. Maryangely Moreno, hematóloga-oncóloga.
Asimismo, destacó que, con el tiempo, el abordaje de esta enfermedad ha evolucionado mediante la incorporación y combinación de diferentes terapias.
"Inicialmente, el tratamiento se basaba en dos clases de medicamentos. Posteriormente, se comprobó que la combinación de tres tipos de fármacos mejoraba la respuesta. En la actualidad, ya se están empleando esquemas con cuatro clases de medicamentos en simultáneo, con el objetivo de lograr una respuesta más profunda y sostenida", explicó.
Origen y desarrollo del mieloma múltipleEl mieloma múltiple es una malignidad de la sangre que se origina por la alteración de las células plasmáticas, un tipo de célula del sistema inmunológico encargada de producir anticuerpos para combatir infecciones y procesos inflamatorios. Cuando estas células sufren una mutación, comienzan a producir proteínas anormales en exceso, lo que da lugar al desarrollo de la enfermedad.
Etapas del mieloma múltiple
Esta condición se clasifica en tres etapas progresivas. La primera es la gamopatía monoclonal de significado incierto (MGUS, por sus siglas en inglés), que suele detectarse incidentalmente mediante análisis de laboratorio, sin que el paciente presente síntomas.
En la segunda fase, conocida como mieloma en estado latente (smoldering myeloma), los niveles de proteínas anormales aumentan y pueden identificarse en pruebas médicas, aunque los síntomas aún pueden ser leves o inexistentes.
Finalmente, cuando la enfermedad avanza y aparecen síntomas más evidentes, se diagnostica como mieloma múltiple activo.
Manifestaciones clínicas del mieloma múltiple
Por otra parte, los pacientes con mieloma múltiple pueden experimentar diversas manifestaciones como la anemia:
"¿Y por qué anemia? Porque estas células de la sangre se infiltran en la médula ósea, que es la fábrica de formación de células sanguíneas en el cuerpo. Una vez que las células plasmáticas alteradas se producen en exceso, impiden la generación normal de glóbulos rojos, plaquetas y otras células esenciales, lo que provoca anemia. Si un paciente presenta hemoglobina baja, recibe transfusiones y no responde, eso podría ser una señal de alerta", explicó la hematóloga.
Además de la anemia, la enfermedad puede afectar los huesos, ya que las células malignas pueden alojarse en ellos y provocar lesiones.
"Podemos presentar calcio elevado en sangre porque, una vez que estas células penetran el hueso, pueden causar cierto grado de destrucción ósea. Como resultado, el calcio almacenado en los huesos se libera en la circulación sanguínea", señaló la especialista.
Esto puede generar fracturas patológicas, es decir, fracturas que ocurren con mínimos traumatismos en huesos fuertes como la cadera, lo que puede ser un indicio preocupante.
Otra manifestación común es la susceptibilidad a infecciones recurrentes. "Como estas células plasmáticas mutadas producen anticuerpos defectuosos, el sistema inmunológico pierde su capacidad de defensa, lo que hace que los pacientes sean más propensos a infecciones continuas", explicó la Dra. Moreno.
Identificar estos síntomas a tiempo es fundamental para el diagnóstico y tratamiento oportuno del mieloma múltiple, permitiendo un mejor manejo de la enfermedad y una mayor calidad de vida para los pacientes.
La experta destacó que existen diferencias en la eficacia de los tratamientos según la edad del paciente. El mieloma múltiple es una enfermedad que se diagnostica principalmente en adultos mayores, siendo la edad el factor de riesgo más reconocido.
"La mayoría de los pacientes se identifican o son diagnosticados a partir de los 65 años. Eso no quita que sí hemos tenido y vemos y tratamos pacientes menores de 65 años, pero en su mayoría son mayores de 65 años", explicó la Dra. Maryangely Moreno.
Además de la edad, la obesidad ha sido señalada como un posible factor de riesgo, y se ha observado una mayor incidencia en hombres, particularmente en aquellos de ascendencia afroamericana. Sin embargo, no se han identificado factores ambientales u ocupacionales específicos relacionados con el desarrollo de la enfermedad.
Nuevas estrategias terapéuticas
En cuanto a los tratamientos, la especialista enfatizó que no se basan en quimioterapias convencionales con efectos secundarios severos. "Estos tratamientos no están compuestos de quimioterapias comunes con efectos secundarios bien tóxicos. Son combinaciones de medicamentos que, a pesar de que algunas tienen sus efectos adversos, son llevaderas y manejables", afirmó.
La elección del tratamiento se ajusta según las condiciones individuales de cada paciente, incluyendo el estado de su corazón y otras comorbilidades, pero en general, tanto pacientes jóvenes como mayores pueden recibir combinaciones de diferentes fármacos.
Calidad de vida en pacientes con mieloma múltiple
El impacto del mieloma múltiple en la calidad de vida varía según la fase de la enfermedad y la respuesta al tratamiento. Si bien los avances terapéuticos han mejorado significativamente la esperanza de vida y el control de los síntomas, los pacientes pueden enfrentar desafíos físicos y emocionales.
La fatiga es uno de los síntomas más comunes, debido tanto a la enfermedad como a los efectos del tratamiento. Asimismo, el dolor óseo puede afectar la movilidad y la independencia del paciente, lo que hace fundamental un enfoque integral que incluya manejo del dolor, rehabilitación física y apoyo psicológico.
Sobre este aspecto, la Dra. Moreno enfatizó que "los tratamientos han evolucionado y son más llevaderos, pero el paciente sigue enfrentando ciertos efectos adversos. Por eso, es clave un monitoreo constante y ajustes en la medicación para asegurar que cada persona reciba la mejor combinación de fármacos según su condición específica".
Dado que el mieloma múltiple afecta el sistema inmunológico, es crucial que los pacientes tomen precauciones adicionales para prevenir infecciones. La atención médica continua y el seguimiento regular con especialistas permiten ajustar los tratamientos y minimizar los efectos adversos, favoreciendo una mejor calidad de vida.
En cuanto a los tratamientos, la experta destacó que "lo que se recomienda, lo que está establecido, es hacer combinaciones de diferentes tipos de drogas con diferentes mecanismos de acción. Combinando hoy día, pues la recomendación es comenzar a los pacientes una vez se identifican o se diagnostican con cuatro terapias, si es posible, individualizando cada paciente, incluyendo inmunomoduladores, inmunoterapias, inhibidores de proteasomas y anticuerpos monoclonales".
El objetivo principal de estos tratamientos es lograr una respuesta profunda en los pacientes, minimizando los síntomas y mejorando su calidad de vida. Para ello, se evalúa constantemente la evolución de cada persona y, en algunos casos, se considera el trasplante de médula ósea o el uso de anticuerpos biespecíficos para potenciar la remisión.
Si bien el mieloma múltiple sigue siendo una enfermedad incurable, los avances han permitido que los pacientes permanezcan en remisión por períodos más prolongados.
"Siempre se intenta mantener a este paciente en una terapia de mantenimiento [...] con la intención de tratar de que esta enfermedad, que sabemos que hay una probabilidad de que vuelva a activarse, sea lo más lejos posible o que no se dé", enfatizó la Dra. Moreno.
Desde hace varios años, la introducción de medicamentos inmunoterapéuticos a las terapias tradicionales ha cambiado significativamente la respuesta de los pacientes con mieloma múltiple.
"Antes, la probabilidad de que un paciente alcanzara una respuesta completa no pasaba del 5%, pero con estos nuevos tratamientos, ahora podemos hablar de un 40-50% de éxito", explicó la experta. Esto representa un avance significativo en una enfermedad que puede ser agresiva, permitiendo a los pacientes vivir más tiempo y con mejor calidad de vida.
En cuanto a la investigación, actualmente se siguen desarrollando estudios para mejorar la supervivencia libre de progresión. A pesar de los avances, el trasplante de médula ósea autólogo sigue siendo una de las mejores opciones para prolongar la estabilidad del paciente.
Sin embargo, "se continúan evaluando diferentes combinaciones y tratamientos para aumentar el tiempo de respuesta y brindar más opciones a los pacientes".
Importancia de la monitorización de la enfermedad
Uno de los aspectos fundamentales en la toma de decisiones terapéuticas es la monitorización de la enfermedad mínima residual, ya que permite ajustar los tratamientos según la respuesta del paciente.
"Es una herramienta súper beneficiosa que nos ayuda a determinar si continuamos con el tratamiento, pasamos a mantenimiento o si necesitamos hacer ajustes para evitar que la enfermedad se vuelva resistente o más agresiva", destacó la especialista.
A pesar de los avances, existen desafíos en la investigación de estos tratamientos, especialmente en la inclusión de poblaciones latinas en estudios clínicos. "Sabemos que nuestra genética es diferente a la anglosajona o europea, y la participación de latinos en estos estudios ha sido históricamente baja", explicó la experta.
Fomentar la participación de esta población en investigaciones clínicas es clave para desarrollar terapias más efectivas y adaptadas a su perfil genético.
Además. la experta enfatizó la importancia de la detección temprana del mieloma múltiple. "Es una enfermedad heterogénea que puede manifestarse con fatiga, infecciones recurrentes, insuficiencia renal o problemas óseos. Es fundamental conocer su cuerpo y acudir a un profesional de la salud si presentan síntomas persistentes", añade.