Se trata de pequeñas contracciones, involuntarias, que se producen en el músculo orbicular y afectan principalmente al párpado inferior.
Por: Sergio Nicolás Ortiz Cortés
Seguro que si hablamos de un pequeño temblor en el párpado que tiene segundos de duración, te suena. Estos temblores son conocidos cómo mioquimia palpebral.
Se trata de pequeñas contracciones, involuntarias, que se producen en el músculo orbicular y afectan principalmente al párpado inferior.
Aunque nosotros los notemos intensamente, los demás no suelen percibirlo porque el ojo no se llega a cerrar.
Al día de hoy no hay una causa definida, pero sí se sabe que están relacionados con la fatiga, el estrés, la ansiedad, ciertos medicamentos o el consumo de sustancias estimulantes (cafeína y teína).
Aunque son molestos, muy pocas veces son señal de una enfermedad grave y, generalmente, se suelen producir de forma aislada.
A la mayoría de las personas les basta con descansar, lubricar el ojo y reducir el estrés y la ansiedad.
Sin embargo, hay quienes lo sufren durante varios días e, incluso, meses.
¿Cuándo debemos acudir al oftalmólogo?
Siempre que se prolongue en el tiempo durante varias semanas o se acompañe de otros síntomas, por ejemplo que los ojos se cierren completamente de manera involuntaria o que implique el movimiento de otros grupos musculares faciales, como la mejilla.
El tratamiento dependerá de la intensidad e irá desde evitar los factores que pueden provocarlo (por ejemplo, evitar la cafeína si es el caso) a, en los pacientes más graves, inyectar toxina botulínica.
Fuente consultada aquí.