Así fue expuesto durante la convención de la Sociedad Puertorriqueña Oftalmología.
La retinopatía diabética es una enfermedad que ha aumentado entre los puertorriqueños debido a la incidencia epidémica de la diabetes en la isla, y con esto, los oftalmólogos puertorriqueños han tenido que asumir un rol más protagónico en el cuidado de estos pacientes.
A juicio del Dr. Héctor Mayol, presidente de la Sociedad Puertorriqueña Oftalmología, la retinopatía diabética constituye un reto clínico para los subespecialistas de la isla pues los pacientes llegan a evaluarse ya con una salud visual deteriorada debido a la progresión de la enfermedad, como por ejemplo, sangrados e infartos en la retina,, entre otros.
El subespecialista es egresado del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) y tiene práctica privada en el Municipio de Dorado.
“La retinopatía diabética tiene una alta incidencia en Puerto Rico porque aún existe mucho desconocimiento sobre las implicaciones que pudiera tener un diagnóstico de diabetes en cuanto a la ceguera y otros problemas de salud, incluyendo daño a los riñones”, explicó Mayol a la Revista Puertorriqueña de Medicina y Salud Pública (MSP).
“Es bien frustrante ver mucho paciente diabético llegando muy tarde a donde el oftalmólogo porque nunca se han cuidado, piensan que su condición en la vista se trata de algo sencillo y se resuelve con espejuelos y cuando vemos, llegan con problemas severos en la retina”, indicó.
Se estima que Puerto Rico existen sobre 600 mil pacientes con diabetes, siendo esta una de las principales causas de ceguera entre esta población.
“Los pacientes diabéticos deben tomar en cuenta que es prioridad que se hagan un examen dilatado de los ojos cada año y educarse para tener mayor control sobre su azúcar”, estipuló.
Otra de las condiciones que el doctor resaltó que más afecta a los puertorriqueños es la glaucoma, enfermedad que catalogó como “el ladrón silencioso”.
“El problema con el glaucoma es que si el paciente, en su mayoría mayor de 50 años de edad, no se hace el chequeo rutinario anual, no se dan cuenta de que podrían tener glaucoma porque la enfermedad no da síntomas. La glaucoma es un ladrón silencioso, causa número uno de ceguera prevenible, donde si el paciente si no se chequea a tiempo podría quedar ciego y no existe cirugía que corrija eso”, señaló.
Del mismo modo, el Dr. Mayol indicó que las enfermedades infecciosas como el dengue, chikungunya y Zika son otras de las principales causas del daño “al nervio óptico que puede causar ceguera. Lo más común es conjuntivitis, hinchazón de la córnea y problemas”.
Unidos en convención
La Sociedad Puertorriqueña Oftalmología celebró su convención número 47 en San Juan donde se llevaron conferencias médicas sobre avances cirugías de corrección visual con condiciones como catarata, daño a la retina y otras enfocadas en el manejo clínico de enfermedades oftálmicas a causa de enfermedades infecciosas, entre otros.
“Nuestro fin es mantener a los subespecialistas unidos. Somos uno de los estados de Estados Unidos con mayor membresía. Tenemos sobre el 85% de la matrícula de oftalmólogos de la isla”, sostuvo el Dr. Mayol, presidente.