El diagnóstico involucra la revisión de la historia clínica, descripción detallada del dolor y un examen físico que evalúa la sensación facial y la fuerza de los músculos masticatorios.
Por: Mariana Mestizo Hernández
La neuralgia del trigémino, conocida también como tic doloroso, es una afección crónica caracterizada por el dolor que afecta el nervio trigémino, encargado de la sensación en la cara, incluyendo la boca.
Este trastorno provoca episodios súbitos de dolor facial intenso, con características que varían, desde una sensación similar a una descarga eléctrica hasta punzadas agudas o fulgurantes. Se distinguen dos tipos de neuralgia del trigémino.
Tipo 1
En el tipo 1, el dolor se localiza típicamente en un lado de la cara, en general, el derecho, y puede ser desencadenado por acciones cotidianas como el lavado facial, afeitado, cepillado dental, comer, beber, hablar o la exposición al frío. La duración del dolor oscila entre fracciones de segundo y varios minutos, a veces llegando a durar hasta una hora en múltiples episodios.
Tipo 2
Por otro lado, la neuralgia del trigémino tipo 2 presenta un dolor constante, caracterizado por ser sordo, quemante y punzante, generalmente menos intenso que el tipo 1, aunque algunas personas pueden experimentar ambos tipos de dolor al mismo tiempo.
Aunque algunos pacientes sufren dolor continuo, la mayoría experimenta un patrón que consiste en periodos de empeoramiento seguidos de períodos sin dolor, que pueden extenderse por meses o años. No obstante, con el tiempo, las crisis de neuralgia del trigémino tienden a agravarse, y los periodos sin dolor se vuelven más cortos y menos frecuentes antes de que el dolor reaparezca.
Dolor debilitante
Dada la ubicación del dolor en la mandíbula superior o inferior, es común que las personas consulten a un dentista, creyendo erróneamente que tienen problemas dentales. A pesar de que la neuralgia del trigémino no amenaza la vida, su intensidad puede ser altamente debilitante, afectando tanto la salud física como mental.
La neuralgia del trigémino se manifiesta con mayor frecuencia en personas mayores de 50 años, aunque puede ocurrir a cualquier edad y es más común en mujeres.
Causas
Las causas de esta afección pueden estar relacionadas con la presión ejercida sobre el nervio trigémino por un vaso sanguíneo, ya sea una arteria o una vena, lo que resulta en el desgaste o daño de la capa protectora del nervio llamada vaina de mielina.
Asimismo, puede ser secundaria a otras enfermedades, como la esclerosis múltiple o condiciones inflamatorias, o bien, ser causada por un tumor cerebral o una anormalidad en las venas y arterias que comprimen el nervio. En algunos casos, la causa permanece desconocida.
Síntomas variados
Los síntomas varían según el tipo de neuralgia del trigémino. El tipo 1 se caracteriza por episodios de dolor intenso desencadenados por estímulos que normalmente no serían dolorosos, con crisis que pueden ocurrir múltiples veces al día y períodos sin dolor de duración variable. Por lo general, el dolor se localiza en un lado de la cara.
El tipo 2, además de los episodios de dolor, presenta una sensación constante de dolor sordo, quemante o punzante, posiblemente menos intenso que el tipo 1, y que responde de manera menos efectiva a los tratamientos quirúrgicos.
Diagnóstico complejo
El diagnóstico de la neuralgia del trigémino puede ser complejo, ya que el dolor facial puede confundirse con problemas dentales. Por lo tanto, los pacientes suelen consultar primero a un dentista, quien puede derivar al médico de atención primaria si no se encuentra una causa dental.
El diagnóstico involucra la revisión de la historia clínica, descripción detallada del dolor y un examen físico que evalúa la sensación facial y la fuerza de los músculos masticatorios. En ocasiones, se puede requerir la evaluación de un especialista en dolor orofacial o un neurólogo, y se pueden realizar resonancias magnéticas cerebrales para identificar la posible compresión del nervio trigémino o causas secundarias.
Tratamiento
El tratamiento de la neuralgia del trigémino comienza con medicamentos, que pueden ser administrados solos o en combinación. Los fármacos incluyen anticonvulsivos, relajantes musculares, antidepresivos y neurotoxinas, y su elección depende de la situación individual del paciente. Cuando los medicamentos resultan insuficientes o los efectos secundarios son intolerables, se puede considerar la cirugía.
En el ámbito quirúrgico, se emplean dos tipos principales de procedimientos para tratar la neuralgia del trigémino. Los procedimientos de ablación o lesión controlada buscan dañar de manera controlada las fibras del nervio trigémino, mientras que la cirugía abierta separa el nervio trigémino de la presión ejercida por un vaso sanguíneo.
Los procedimientos de ablación pueden incluir compresión con globo, inyección de glicerol, ablación por radiofrecuencia y radiocirugía estereotáctica, que se realizan a menudo sin cirugía abierta invasiva. Por otro lado, la cirugía abierta, conocida como descompresión microvascular, implica la realización de una incisión detrás de la oreja, un pequeño agujero en el cráneo para acceder al nervio y al vaso sanguíneo comprimidor, y la colocación de una almohadilla para aliviar la presión.
Fuente consultada aquí.