En cuanto a la predisposición en hombres y mujeres, hay más tendencia que se vea en varones.
Por: Isbelia Farías
La doctora Ileana Fumero, psiquiatra e investigadora clínica del Centro de Investigación BDH Research, aclara que la esquizofrenia “es una enfermedad mental en la que se afecta la capacidad del individuo tanto de pensar, sentir y actuar”, por lo que “su funcionamiento general va a estar impactando negativamente. Quien padece esquizofrenia, y para los familiares, es una enfermedad que impacta en su comportamiento y en su funcionamiento”.
Fumero añade que: “hay diferentes tipos de esquizofrenia”, pero es necesario esclarecer que “la psicosis, que es un síndrome que se puede presentar con y alucinaciones y delirios, no solamente se va a presentar en la esquizofrenia, ya que puede presentarse en otras condiciones psiquiátricas, como en una depresión mayor, en el trastorno bipolar, en el delirio en persona con desbalances hormonales o químicos”, o sea que “la esquizofrenia se presenta con psicosis, o síntomas positivos, pero también se caracteriza por presentar síntomas negativos y síntomas cognitivos. Los síntomas positivos refieren a las personas que presentan alucinaciones, escuchan voces o ven cosas que no están ahí, tienen delirios o ideas que pueden ser falsas, pero están arraigadas en el pensamiento de la persona, pueden creer que alguien los persigue, que alguien los espía o que les envenenan a través de la comida, entre otras”.
“Los síntomas negativos refieren cuando presentan dificultad en la motivación o en tener relaciones, por eso muchas veces están aislados, no participan, la expresión del rostro puede parecer inexpresiva o como sin sentimientos”.
“Los síntomas cognitivos remiten a la dificultad que experimentan estas personas para entender adecuadamente la información que se les da, o las procesan de una manera diferente y se les hace difícil adquirir una información o usarla de forma adecuada. También pueden presentar dificultad en la atención o en la concentración. Por ello, pueden tener problemas en estudiar o en seguir instrucciones o trabajar”, por lo que la persona con esquizofrenia no solo va a tener síntomas psicóticos, sino esta otra gama de síntomas. En ocasiones también tendrán “desorganización de pensamiento o de conducta''. Dicen palabras que no hacen sentido, incoherentes o ilógicas, que no tienen una explicación”.
La persona debe tener unos meses presentando estos síntomas para poder establecer el diagnóstico. Después se va viendo que desarrollan los diferentes tipos de esquizofrenia “unos son más paranoides, creen que les persiguen o hacen daño o hablan mal de ellos; otros pacientes presentan una esquizofrenia más desorganizada, no se entiende lo que hablan y les cuesta seguir instrucciones”.
Por tal motivo, lo más importante es indagar si el episodio psicótico obedece a otras causas, como el uso de sustancias, o si la persona tiene un trastorno de esquizofrenia. “Usualmente se va a presentar en edades más tempranas, desde los 13 a los 35 años, se presenta en edad tardía, 15-18 años; muchos pueden comenzar con un cambio en el comportamiento, más retraído, menos participativo, dificultad con envolverse en actividades usuales en los adolescentes, muchos no tienen o dejan de tener amigos, tienen pensamientos o ideas más extrañas, pueden perder el cuidado de su higiene, entre otras”, se verá un cambio o se exacerban comportamientos que estaban presentando anteriormente.
En el diagnóstico, se deben descartar factores fisiológicos que estén contribuyendo. Quizá se deben practicar exámenes de laboratorios. Se deben hacer pruebas de toxicología, ya que “el uso de sustancias puede aumentar la probabilidad de sufrir episodios psicóticos o esquizofrenia”, mientras una persona continúe usando sustancias, puede retrasar o alargar la respuesta al tratamiento.
“Si no se detiene, el cerebro se va deteriorando, porque es una condición neurodegenerativa”, resalta Fumero, se requiere que la persona afectada llegue al psiquiatra lo más pronto posible para observar si se trata de esquizofrenia o algo más que contribuya a que se desarrolle ese episodio psicótico. “Si hay antecedentes familiares, es más probable que la persona desarrolle la condición”.
“Si hay un familiar cercano, hay una probabilidad alta de que la persona desarrolle esquizofrenia, lo importante es si se sospecha o se da un cambio dramático en el comportamiento”. Ciertas condiciones que se dan en el embarazo también pueden aumentar la probabilidad, por ello es importante el historial.
“Si el cerebro, en edades tempranas, está expuesto a sustancias, como alcohol, nicotina o cannabis, esto pudiese interferir con el circuito o las conexiones que se forman, propiciando que se desarrolle o se aumenta la probabilidad de padecer episodios psicóticos o padecer esquizofrenia”.
En cuanto a la predisposición en hombres y mujeres “hay más tendencia que se vea en varones, ellos tienden a presentarlo más temprano y con predominio de síntomas positivos. Las mujeres pueden comenzar un poco más tarde y con síntomas menos dramáticos, por lo que pudiese pasar desapercibido. A veces también se les atribuye a cambios hormonales, y esto puede retardar el diagnóstico, por lo que la tendencia es diagnosticarlo más en varones que en mujeres, lo cual no quiere decir que no les dé a ellas”.
Muchas veces los pacientes, debido a la condición, no cooperan con el tratamiento, por lo que el que comiencen el tratamiento es un reto. En muchas ocasiones el reto no es llevarlos a tratamiento, sino que cooperen en el tratamiento. Hay muchas alternativas en los tratamientos, los pacientes responden a este tratamiento inicial, pero muchos van a tener que recurrir a una hospitalización para cumplir con el tratamiento, pero al mejorar, quizá a los 6 meses, los pacientes dejan de tomarse el medicamento porque entienden que están mejor, que vivieron una crisis y no que tienen una condición, así que los episodios recurren. Hay medicamentos que son inyectados y esto puede ayudar, especialmente si no se le puede dar un seguimiento al paciente.
Si se tiene un paciente con esquizofrenia y con otra condición médica, si no se trata la esquizofrenia, él tampoco va a cooperar con la otra condición médica.
“Estos tratamientos para la esquizofrenia tienen efectos secundarios, pueden aumentar el apetito, disminuir la libido, aumentar la prolactina –alteraciones en las menstruaciones o descargas de secreciones en los senos-, aumentar el nivel de glucosa en sangre. Aumentar el riesgo de un síndrome metabólico. Si el paciente está mejor en su condición, se puede establecer un plan de cómo manejar estos efectos secundarios, pero se debe evaluar el riesgo y el beneficio”, si un paciente no cumple con los medicamentos, su cerebro se continuará deteriorando.
Una vez que el paciente esté mejor, se pueden dar opciones para que recurra a otras disciplinas médicas que pudiesen contribuir a su bienestar, pues, lo que se busca es reintegrarlo y que sea funcional a nivel familiar, educativo o laboral.
Referir a estos pacientes al área de psiquiatría es importante porque muchas veces el familiar necesita orientación, respecto a que se trata de una condición compleja que requiere apoyo de un psiquiatra. “Estamos en el área de investigación clínica. Están surgiendo más medicamentos para añadir y trabajamos con medicamentos nuevos que pueden mejorar aspectos cognitivos para que el paciente pueda reintegrarse”, finaliza la doctora Fumero.
Anteriormente, estos pacientes eran encarcelados, torturados y considerados herejes, desde el punto de vista religioso, o se les daba insulina o terapia electroconvulsiva, aunque esta última sigue siendo aplicada en estos días, pero más controlada y los tratamientos farmacológicos son mucho más sofisticados. La esquizofrenia no discrimina dónde va a estar, hay una población de adolescentes expuestos a sustancias, por lo que se pueden ver episodios o esquizofrenia porque se encuentran más expuestos.
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