En la 49ª Convención Anual del Colegio de Nutricionistas y Dietistas de Puerto Rico, celebrada en Ponce Hilton, se llevó a cabo una entrevista con la licenciada Vilma Calderón, profesional en el ámbito de la nutrición. Calderón compartió sus conocimientos sobre el neurocoaching, una disciplina innovadora que está transformando la manera en que abordamos el tratamiento de la obesidad.
Por: Carolina Cortés
El neurocoaching combina tres áreas clave: el coaching, la neurociencia y la programación neurolingüística. Esta combinación permite una aproximación integral que aborda tanto la mente como el cuerpo. La licenciada explica que, al integrar estas disciplinas, es posible no solo informar a los pacientes sobre nutrición, sino también ofrecerles herramientas para superar barreras psicológicas que les impiden alcanzar sus objetivos de salud.
"El neurocoaching se puede aplicar en todas las áreas de la vida, y en mi caso, lo he adaptado a mi práctica nutricional," menciona la licenciada Calderón. Este enfoque permite personalizar las estrategias según las necesidades emocionales y cognitivas de cada paciente, facilitando así una mayor adherencia a los planes de alimentación.
Desafíos y Soluciones: comprendiendo la mente del paciente
Calderón identifica dos tipos de pacientes: aquellos que necesitan información nutricional básica y aquellos que, a pesar de conocer qué deben hacer, no logran implementarlo. "Para estos últimos, el neurocoaching es fundamental. Se centra en entender qué ocurre en la mente de estas personas, por qué se frustran y abandonan sus objetivos," afirma.
La clave está en el diálogo interno y cómo este afecta la percepción y conducta. "La mente da por cierto todo aquello que pensamos," explica Calderón. Así, las estrategias de neurocoaching como la visualización y la repetición ayudan a los pacientes a construir caminos neuronales que facilitan cambios de comportamiento positivos.
La relación entre mente y cuerpo
La licenciada subraya la estrecha relación entre mente y cuerpo. "El cerebro codifica emociones y posturas; cambiar una postura puede cambiar una emoción," dice. Utiliza ejercicios de postura con sus pacientes, como abrir los brazos y sonreír frente al espejo, para inducir emociones positivas que contribuyan a un mejor control emocional y, por ende, a una conducta alimentaria más saludable.
Consejos para profesionales de la salud
Al concluir la entrevista, Calderón ofrece consejos valiosos para otros profesionales de la salud interesados en el neurocoaching: "Mientras más estrategias tenga un nutricionista, mejores serán las intervenciones. Es crucial estar siempre aprendiendo y actualizándose en este campo."
Calderón anima a los profesionales a considerar certificaciones y formaciones continuas en neurocoaching para poder abordar la complejidad de la conducta alimentaria desde un enfoque más holístico y emocional.