El sistema glinfático, responsable de eliminar desechos cerebrales, al verse alterado, no podría eliminar las proteínas neurotóxicas como la amiloide y tau, las cuales se acumulan en el cerebro en enfermedades neurodegenerativas.
Por: Katherine Ardila
El zolpidem, uno de los somníferos más comúnmente recetados para tratar el insomnio, podría estar relacionado con un aumento del riesgo de trastornos neurológicos, en particular el alzhéimer, según un reciente estudio realizado por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Rochester, en colaboración con la Universidad de Copenhague.
Publicado en la revista Cell, el estudio se enfoca en cómo este fármaco podría interferir con el sistema glinfático, un proceso clave de limpieza cerebral que elimina desechos tóxicos como las proteínas amiloide y tau, cuyo depósito en el cerebro es uno de los principales factores asociados con el alzhéimer.
El sistema glinfático: un mecanismo crucial para la salud cerebral
El sistema glinfático, una red compleja de vasos que abarca todo el cerebro, es responsable de eliminar los desechos celulares, entre ellos las proteínas neurotóxicas como la amiloide y tau, las cuales se acumulan en el cerebro en enfermedades neurodegenerativas.
Durante el sueño no REM (sueño sin movimientos oculares rápidos), este sistema se activa y facilita la depuración de estos desechos, proceso que se ve apoyado por una serie de oscilaciones rítmicas que sincronizan la actividad de varios componentes clave:
La noradrenalina (un neurotransmisor relacionado con el estrés y la atención), el flujo sanguíneo cerebral y el movimiento del líquido cefalorraquídeo (LCR).
La investigación liderada por la doctora Maiken Nedergaard, codirectora del Centro de Neuromedicina Traslacional de la Universidad de Rochester, revela que la transición del estado de vigilia al sueño activa estos mecanismos, lo que permite la eliminación de sustancias que, si permanecen en el cerebro, pueden contribuir al deterioro cognitivo.
Al reducirse la actividad externa durante el sueño, se potencia la actividad interna, facilitando la eliminación de los productos de desecho.
El estudio utilizó una innovadora técnica óptica denominada fotometría de flujo de fibra, combinada con electroencefalografía y electromiografía, para registrar y analizar los patrones cerebrales en modelos de ratones.
Zolpidem y su impacto en el sistema glinfáticoEl zolpidem, comercializado comúnmente bajo el nombre Ambien, es uno de los sedantes más recetados para tratar el insomnio y otros trastornos del sueño.
Si bien es eficaz para inducir el sueño, los hallazgos del estudio sugieren que el zolpidem interfiere con el funcionamiento normal del sistema glinfático. Específicamente, el fármaco suprime las oscilaciones naturales de la noradrenalina, un neurotransmisor fundamental para la activación del sistema glinfático durante el sueño.
El estudio encontró que, aunque el zolpidem induce el sueño en los ratones, altera los procesos fisiológicos que permiten la limpieza de los desechos del cerebro. Las oscilaciones de noradrenalina, necesarias para la contracción rítmica de los vasos sanguíneos (vasomoción), se vieron inhibidas por el medicamento.
Esta contracción de los vasos sanguíneos es esencial para generar el flujo del LCR, que transporta los desechos fuera del cerebro. En ausencia de este mecanismo de "bombeo" natural, el sistema glinfático no puede realizar su función de eliminación de desechos, lo que podría dar lugar a la acumulación de proteínas neurotóxicas, un proceso clave en la patogénesis de enfermedades como el alzhéimer.
Implicaciones para la salud cerebral y el alzhéimerLa investigación tiene importantes implicaciones para la salud cerebral, especialmente en lo que respecta a la prevención de enfermedades neurodegenerativas. El alzhéimer es una enfermedad caracterizada por la acumulación de proteínas como la amiloide y tau, que interfieren con la comunicación neuronal y provocan el deterioro cognitivo.
Si el zolpidem interfiere con el sistema glinfático y ralentiza la eliminación de estas proteínas, esto podría aumentar el riesgo de desarrollar trastornos como el alzhéimer, especialmente en personas que usan el fármaco de forma crónica.
La doctora Nedergaard, autora principal del estudio, expresó que estos hallazgos proporcionan un "vínculo mecanístico" entre la actividad de la noradrenalina, la función vascular y la depuración glinfática.
Límites de la investigación
Aunque los hallazgos son preocupantes, los investigadores advierten que este estudio fue realizado en modelos animales, específicamente en ratones, lo que significa que los mismos efectos podrían no ser replicables en humanos.
A pesar de las evidencias de que el zolpidem interfiere con la función glinfática en los ratones, se necesita más investigación para determinar si los efectos observados también ocurren en seres humanos, especialmente considerando las diferencias biológicas entre especies.
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