Los antiparasitarios albendazol e ivermectina serían efectivos para el tratamiento de esta infección.
Por: Estefanía Santos
La combinación a dosis fijas de los antiparasitarios albendazol e ivermectina podría ser una estrategia segura y más efectiva que la monoterapia con albendazol para actuar contra el agente de la tricuriasis y otros tres geohelmintos o helmintos transmitidos por contacto con el suelo de elevada prevalencia global, según intentarán demostrar investigadores de España y otros países en ensayos clínicos planificados para empezar esta semana en África.
"Las geohelmintiasis siguen siendo las enfermedades desatendidas más comunes que tenemos hoy en el mundo, con un impacto importante en el desarrollo físico y cognitivo, especialmente en niños que viven con condiciones deficientes de higiene y sanidad. El problema es que el tratamiento antihelmíntico en masa con albendazol en monoterapia, el más usado en la actualidad, es insuficiente frente a las cuatro especies que queremos tratar", dijo el Dr. José Muñoz, Ph. D., investigador del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y jefe del Servicio de Salud Internacional del Hospital Clínic, en Barcelona, España, durante una exposición en el XX Simposio Internacional de Enfermedades Desatendidas de Mundo Sano, realizado de forma virtual en noviembre pasado.
El Dr. Muñoz señaló que tres geohelmintiasis lideran los ránquines globales de prevalencia de enfermedades tropicales olvidadas: ascariasis, tricuriasis y uncinariasis, con unos 600 a 800 millones de infectados para cada una de ellas, según una estimación de 2007.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), las helmintiasis transmitidas por el contacto con el suelo están presentes en toda la región de las Américas.
El abordaje convencional propuesto por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es la desparasitación masiva en comunidades con alta endemicidad, un enfoque conocido como tratamiento antihelmíntico en masa o administración masiva de medicamentos, generalmente en niños en edad escolar y mediante dosis únicas de albendazol o mebendazol.
Sin embargo, mientras la monoterapia con albendazol tiene una eficacia curativa contra Ascaris lumbricoides y uncinariasis de 80% a 95%, en el caso de Trichuris trichiura o Strongyloides stercoralis "se cura menos de 30% de los pacientes", señaló el Dr. Muñoz a Medscape en español.
Otro problema es que el uso prolongado de monoterapia favorece la aparición de resistencia al tratamiento, añadió el Dr. Muñoz.
El nuevo enfoque combinado, que suma ivermectina en dosis altas a albendazol, podría superar esas dos limitaciones, se esperanzan los investigadores del proyecto STOP (Stopping Transmission Of intestinal Parasites), coordinado por ISGlobal y del que también participan otras instituciones públicas de España, Reino Unido, Países Bajos, Etiopía, Kenia y Mozambique, junto con Liconsa, un laboratorio farmacéutico español.
Para evaluar la seguridad, farmacocinética poblacional y primeros datos de eficacia de la estrategia combinada, el nuevo ensayo clínico adaptativo tiene un componente de fase 2 que arranca en Kenia esta semana con la aleatorización de los participantes, anticipó a Medscape en español el Dr. Alejandro Krolewiecki, Ph. D., del Instituto de Investigación en Enfermedades Tropicales (IIET) de la Universidad Nacional de Salta, en Orán, Argentina, y miembro asociado de ISGlobal.
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