Asimismo, se explorará la posibilidad de que ciertos medicamentos, puedan interferir en la desregulación inmunológica inducida por el estrés.
Por: Mariana Mestizo Hernández
Investigadores del Ponce Research Institute de la Ponce Health Sciences University y del Moffitt Cancer Center llevan a cabo una evaluación centrada en la hipótesis de que el estrés social crónico podría tener un impacto en la progresión tanto temprana como tardía de los tumores ováricos, al facilitar la inmunosupresión.
Además, se explora la posibilidad de que ciertos medicamentos, como la aspirina, antiinflamatorios, antihipertensivos y fármacos para reducir el colesterol, puedan interferir en la desregulación inmunológica inducida por el estrés. Para llevar a cabo este análisis, se emplearán datos recopilados de diversos estudios en poblaciones diversas.
Tumores ováricos para medir actividad inmunológica
Estos estudios han registrado mediciones de estrés social crónico y angustia a través de autorreportes, abordando aspectos como viudez, aislamiento social, depresión y ansiedad. Asimismo, se utilizarán muestras de tumores ováricos para medir los marcadores de actividad inmunológica.
El Dr. Guillermo N. Armaiz-Peña, co-investigador principal de este estudio, informó que un cuerpo de evidencia en aumento sugiere que la respuesta biológica al estrés social crónico puede impulsar la progresión de lesiones precursoras ováricas y el desarrollo de cáncer invasivo a través de la liberación prolongada y sostenida de hormonas del estrés.
Laboratorio experimental
El experto explicó que en el laboratorio experimental se emplean células cancerosas extraídas directamente de pacientes, así como modelos de ratones con cáncer. Además, se analizan muestras de pacientes para observar diversas células de infiltración del sistema inmunológico, biomarcadores que indican una mayor inflamación y se realizan mediciones de hormonas de estrés. Estos enfoques buscan comprender cómo estos factores pueden influir en la progresión del cáncer de ovario.
Por otra parte, señaló que, aunque se reconoce que el estrés social crónico desencadena inflamación persistente, aún existen incógnitas sobre cómo estos procesos afectan la respuesta inmunológica ante los tumores. Destacó que el estudio cuenta con una subvención de $3,637,875 otorgada por el Instituto Nacional del Cáncer, con una duración de cinco años.
Enfoques experimentales
Adicionalmente, Armaiz-Peña mencionó que esta investigación utiliza poblaciones humanas y enfoques experimentales para entender cómo las vías de señalización inducidas por el estrés alteran la inmunidad asociada a los tumores ováricos, especialmente en lo que respecta a los tipos celulares inmunosupresores.
También hizo hincapié en que se evaluarán medicamentos antiinflamatorios que podrían mitigar estos efectos. "El enfoque sinérgico arrojará luz sobre los mecanismos por los cuales el estrés crónico y la angustia mejoran la progresión temprana y tardía de la enfermedad y proporcionarán nuevos objetivos para la interceptación del cáncer", indicó Armaiz-Peña.
Estudiantes de Ponce Health Sciences University participan activamente en la investigación
El equipo de investigación que colabora con el Dr. Armaiz-Peña en este estudio, liderado también por la Dra. Shelley Tworoger como co-investigadora principal, junto con varios investigadores del Moffitt Cancer Center en Tampa, propone la idea de que existe una relación positiva entre el estrés social crónico y la angustia con la supresión inmunológica de los tumores ováricos.
"Nuestro grupo de trabajo mayormente está liderado por estudiantes de la Ponce Health Sciences University, mayormente estudiantes de la escuela graduada de biomédica de la Escuela de Medicina, pero eso no quita que también tenemos oportunidades e interactuamos con miembros de otras escuelas dentro de la PHSU. Mayormente también colaboramos con las comunidades, los consideramos un miembro de nuestro equipo, porque son valiosas herramientas para entender lo que está pasando y definir los mecanismos. Así como también tenemos colaboraciones dentro y fuera de Puerto Rico", afirmó el galeno.
Perfiles inmunológicos en mujeres y el impacto de esta investigación en futuras estrategias de prevención
Postulan que la asociación de estas exposiciones con el diagnóstico de cáncer de ovario y la supresión inmunológica tumoral asociada disminuye entre las personas que utilizan aspirina, antiinflamatorios, antihipertensivos y medicamentos para reducir el colesterol.
"Este estudio innovador permitirá que futuros trabajos puedan identificar a mujeres con mayor riesgo de perfiles inmunológicos relacionados con el tumor asociados con un mal pronóstico y para desarrollar estrategias novedosas de inmunoprevención, farmacoterapias e intervenciones psicosociales para prevenir y tratar el cáncer de ovario invasivo en mujeres que experimentan estrés social crónico y angustia", concluyó el Dr. Armaiz-Peña.
Fuente consultada aquí.