Científicos indican que en 11 cuencas de alcantarillado de los Estados Unidos se ha detectado la viruela de mono.
Por: Luisa Ochoa
Las mismas técnicas de vigilancia de aguas residuales, que se han convertido en una herramienta para la detección temprana de brotes del virus del COVID, se están adaptando para monitorear la alarmante propagación de la viruela del simio en diferentes zonas de Estados Unidos.
Los sedimentos de aguas residuales funcionan como un indicador temprano de amenazas para la salud, debido a que las personas pueden excretar evidencia genética de enfermedades infecciosas en sus heces, por lo general antes de que desarrollen síntomas de enfermedad.
Cabe resaltar que Israel ha monitoreado durante décadas las aguas residuales para la poliomielitis. Pero antes del COVID, en los Estados Unidos el control de riesgos se limitaba a actividades académicas.
Una alianza de investigación con científicos de la Universidad de Stanford, Michigan y Emory fue pionera en los esfuerzos para recalibrar las técnicas de vigilancia con el fin de detectar el virus del COVID; la primera vez que se utilizaron aguas residuales para seguimiento de una enfermedad respiratoria.
Ese mismo equipo, Sewer Coronavirus Alert Network, o SCAN, ahora es líder en la expansión del monitoreo de aguas residuales para detectar la viruela del mono, un virus endémico en regiones remotas de África que en cuestión de meses ha infectado a más de 26,000 personas en todo el mundo.
Los científicos de SCAN visualizan un futuro en el que los sedimentos de aguas residuales sirvan para rastrear problemas de salud pública amenazantes. “Estamos analizando una amplia gama de cosas que podríamos evaluar”, afirmó Marlene Wolfe, profesora asistente de salud ambiental en Emory.
Desde que amplió su vigilancia a mediados de junio, el equipo de SCAN ha detectado viruela del simio en varias de las 11 cuencas de alcantarillado del norte de California que está monitoreando, incluidas Palo Alto, San José, Gilroy, Sacramento y dos ubicaciones en San Francisco.
Los sitios de SCAN en California, Georgia, Michigan y Texas, y un equipo de investigación en Nevada se encuentran entre los pocos que informaron muestras que dieron positivo para el virus de la viruela del mono.
Al igual que con el COVID, los datos sobre la viruela del simio se pueden usar para comparar tendencias entre regiones, pero existen límites en lo que se puede lograr. El monitoreo de aguas residuales no identifica quién está infectado; solo revela la presencia de un virus en un área determinada. Y se necesita un especialista para analizar las muestras. Los investigadores consideran que la vigilancia de aguas residuales es un complemento de otras herramientas de salud pública, no un reemplazo.
“Todavía estamos a la vanguardia en términos de descubrir el potencial”, dijo Heather Bischel, profesora asistente de ingeniería civil y ambiental en la Universidad de California-Davis. “Pero lo que ya hemos visto muestra que este tipo de monitoreo es adaptable a otras amenazas para la salud pública”.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) están planeando estudios pilotos para ver si las aguas residuales pueden revelar tendencias en infecciones resistentes a los antibióticos, infecciones alimentarias y candida auris, una infección por hongos.
Actualmente, los CDC solo informan resultados de COVID en su sistema nacional de vigilancia de aguas residuales, un reflejo del número limitado de cuencas de alcantarillado que hasta ahora están siendo analizadas para viruela del mono.
La propagación global de la viruela del simio se detectó por primera vez en el Reino Unido en mayo y se pensó que este virus también podría pasar a las aguas residuales, ya sea a través de las heces o cuando una persona infectada con una llaga abierta se ducha.
Se cree que el virus se propaga principalmente a través del contacto íntimo de piel con piel y la exposición a lesiones sintomáticas, aunque investigadores están explorando otras vías de transmisión. Por ahora, el brote aquí se concentra mayormente entre hombres que tienen sexo con hombres.
El descubrimiento de la viruela del simio en el sistema de aguas residuales de San Francisco en junio, el primer hallazgo de este tipo en el país, lanzó la alarma en una ciudad con una creciente población LGBTQ+. El 28 de julio, San Francisco declaró la viruela del simio una emergencia de salud pública e instó al gobierno federal a intensificar la distribución de vacunas.
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